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Voto de Javi McClane:
7
Voto de Javi McClane:
7
7.0
17,530
Comedia. Drama
Montse está emocionadísima porque está a punto de pasar un fin de semana con toda la familia en su casa de Cadaqués, en la Costa Brava. Divorciada desde hace años, su ex tiene una nueva pareja, sus hijos han crecido y hace tiempo que hacen su vida sin hacerle ningún caso. Pero a Montse nada ni nadie conseguirá fastidiarle los ánimos; hace demasiado tiempo que espera este momento. Este fin de semana será sí o sí un fin de semana ... [+]
25 de octubre de 2024
25 de octubre de 2024
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le tenía muchas ganas a Casa en Llamas, por su peculiar premisa en la que una familia se reúne y surgen los conflictos, en un subgénero que adoro, por tener un reparto de lujo, y por ser la nueva película de Dani de la Orden, responsable de propuestas fascinantes como Litus o El Test, y claro, no le podía decir que a no a esta producción española.
La cinta tuvo un efímero paso por las salas de cine, pero ahora acaba de aterrizar en Netflix y, para sorpresa de todos, es número 1. No voy a enredarme en el fenómeno del cine español, con películas que fracasan en taquilla para luego ser un tremendo éxito en las plataformas, porque no estamos aquí para eso, pero da para reflexionar.
El caso es que estamos ante una tragicomedia fascinante, con un reparto en estado de gracia, y que sabe perfectamente que teclas tocar y a dónde quiere ir, siendo la clave lo tensa que es, porque sí, estamos ante la película más incómoda del año, y por derecho propio. No han sido pocos los momentos en los que he querido taparme con un cojín, como si la cosa no fuese conmigo, pero el problema es que la historia te hace cómplice, siendo un miembro más de una familia claramente desestructurada y disfuncional, costando dilucidar quién está más desequilibrado de todos.
Y claro, aquí tenemos una colección de personajes, diálogos y momentos para enmarcar, no dejando indiferente con un desenlace perfecto, siendo la guinda de un pastel que, no por estar envenenado, deja de estar delicioso.
Por cierto, el idioma original de la película es el catalán, de ahí el título original de Casa en flames, que es como yo la he visto, porque lo entiendo, pero si tienes dificultades con el mismo, no te preocupes que está subtitulada y doblada. He tenido curiosidad, y parecen los mismos actores los que doblan sus personajes, pero queda extraño porque en la versión original constantemente cambian del catalán al castellano, y doblado se pierde, así que dejo la elección del idioma a vuestro criterio.
La película está muy bien dirigida, ya que técnicamente se aprovechan los espacios cerrados, asfixiantes, y los abiertos, igual de asfixiantes, con una escena en los cielos que perturba hasta límites insospechados. Y es que el guionista tiene las ideas muy claras, con una de las familias más desquiciantes de los últimos años, y claro, los actores sacan petróleo.
Y es que todos funcionan en el reparto, desde un siempre fabuloso Enric Auquer, que no sabes por dónde te va a salir, hasta una impecable Maria Rodríguez Soto, confirmándose como una de las mejores actrices de su generación, así como un siempre estupendo Alberto San Juan, o una sobresaliente Emma Vilarasau, siendo ésta la gran sorpresa de la película para mí, porque no la había visto desde Los sin nombre, y menudo papelón se marca. Me costaría creer que la película y el guion no fuesen nominadas a los Goya, pero como marginen a este plantel de actores, prendo las antorchas, porque estamos ante un elenco de diez.
Es por todo ello que considero que no sólo estamos ante una de las mejores películas del año, sino también ante la mejor del cine español, alegrándome de que haya recibido el reconocimiento que merece en la plataforma roja, porque es una producción que merece mucho la pena, aunque preparaos para ser incomodados con una familia de locos, pero seamos sinceros, cual no la es.
Lo dicho, delicioso.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
La cinta tuvo un efímero paso por las salas de cine, pero ahora acaba de aterrizar en Netflix y, para sorpresa de todos, es número 1. No voy a enredarme en el fenómeno del cine español, con películas que fracasan en taquilla para luego ser un tremendo éxito en las plataformas, porque no estamos aquí para eso, pero da para reflexionar.
El caso es que estamos ante una tragicomedia fascinante, con un reparto en estado de gracia, y que sabe perfectamente que teclas tocar y a dónde quiere ir, siendo la clave lo tensa que es, porque sí, estamos ante la película más incómoda del año, y por derecho propio. No han sido pocos los momentos en los que he querido taparme con un cojín, como si la cosa no fuese conmigo, pero el problema es que la historia te hace cómplice, siendo un miembro más de una familia claramente desestructurada y disfuncional, costando dilucidar quién está más desequilibrado de todos.
Y claro, aquí tenemos una colección de personajes, diálogos y momentos para enmarcar, no dejando indiferente con un desenlace perfecto, siendo la guinda de un pastel que, no por estar envenenado, deja de estar delicioso.
Por cierto, el idioma original de la película es el catalán, de ahí el título original de Casa en flames, que es como yo la he visto, porque lo entiendo, pero si tienes dificultades con el mismo, no te preocupes que está subtitulada y doblada. He tenido curiosidad, y parecen los mismos actores los que doblan sus personajes, pero queda extraño porque en la versión original constantemente cambian del catalán al castellano, y doblado se pierde, así que dejo la elección del idioma a vuestro criterio.
La película está muy bien dirigida, ya que técnicamente se aprovechan los espacios cerrados, asfixiantes, y los abiertos, igual de asfixiantes, con una escena en los cielos que perturba hasta límites insospechados. Y es que el guionista tiene las ideas muy claras, con una de las familias más desquiciantes de los últimos años, y claro, los actores sacan petróleo.
Y es que todos funcionan en el reparto, desde un siempre fabuloso Enric Auquer, que no sabes por dónde te va a salir, hasta una impecable Maria Rodríguez Soto, confirmándose como una de las mejores actrices de su generación, así como un siempre estupendo Alberto San Juan, o una sobresaliente Emma Vilarasau, siendo ésta la gran sorpresa de la película para mí, porque no la había visto desde Los sin nombre, y menudo papelón se marca. Me costaría creer que la película y el guion no fuesen nominadas a los Goya, pero como marginen a este plantel de actores, prendo las antorchas, porque estamos ante un elenco de diez.
Es por todo ello que considero que no sólo estamos ante una de las mejores películas del año, sino también ante la mejor del cine español, alegrándome de que haya recibido el reconocimiento que merece en la plataforma roja, porque es una producción que merece mucho la pena, aunque preparaos para ser incomodados con una familia de locos, pero seamos sinceros, cual no la es.
Lo dicho, delicioso.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)