Un film animado que definitivamente no tiene nada para niños, ni el diseño de los personajes son infantiles. Si se le puede comparar con algo podríamos decir que es la contracara de los Muppets o la versión animada de "Pink Flamingos" (John Waters, 1972).

Lo mejor que tiene para ofrecernos es un desenfado casi exagerado que puede conquistarte por lo arriesgada y abierta que se muestra su propuesta o que por el contrario puede asquearte por las mismas razones.

Al guión le cuesta arrancar, en su media hora inicial parece que no hubiera historia alguna y cuando después de una eterna presentación de personajes -son más de una decena- recién empieza a asomarse un conflicto narrativo lo hace de forma muy tímida y casi sin gracia. Es recién al final cuando el film levanta cabeza con su alocado y pasado de rosca desenlace. De esta forma la cinta se destaca por momentos puntuales; algunos geniales como la canción y coreografía "Sodomy" donde se hace una ligera parodia a los musicales de antaño, o como el ataque final de Heidi; y otros que no sólo son de mal gusto sino que no hacen gracia como la mosca paparazzi. Contiene varias parodias, entre ellas una bastante obvia -que además ha sido parodiada hasta la extenuación en otros films y shows- a "El francotirador" (Michael Cimino, 1978). También posee varias escenas que sirven como puro relleno -el asunto del tráfico de droga, por ejemplo- y que alargan sin necesidad una cinta que se vuelve reiterativa con facilidad.

No caben dudas que ha envejecido mal pero al menos sigue causando las sensaciones que causó en su momento, aunque tanto ahora como en su estreno no sean las mejores sensaciones.

Finalmente destacar las canciones "Garden of love" y la mencionada "Sodomy", sencillamente geniales.

Lo mejor: las canciones. Y algunos personajes -Heidi, el gusano fumador, el conejo y la rata-.
Lo peor: momentos desagradables que no causan gracia alguna. Y el personaje de la mosca.