Sigo sin creerme que exista el tal Samuel le Bihan, me comprometo a extender el rumor de que se trata de Thomas Jane, cuyo agente, viendo el riesgo de grabar cine francés, decidió darle una identidad ficticia y prevenir, que es mejor que curar. Por Dios!!! Si es que son idénticos!!!

Dejando aparte este detalle (y que ya decía yo que me extrañaba que Jane hablara francés...) el film es tan simple como efectivo. La temática de los blancos ignorantes y los "salvajes" estudiosos está repetida hasta la saciedad (de Morgan Freeman en "Robin Hood..." a Antonio Banderas en "el guerrero nº 13") pero no quita para que el personaje más atrayente de la cinta sea, de nuevo, Mark Dacascos.
El toque francés positivo se da en la ambientación, más oscura que las del cine americano. Y el negativo se da en las artes marciales; tan admiradores son los galos de éstas que no encuentran el sinsentido de colocarlas en los Pirineos del siglo XVIII.

Se deja ver y, a mi, no me aburre. La acción es trepidante, muy al estilo de Cassel, y la trama rebuscada (aunque por momentos demasiado insensata).