La mezcla entre Tim Burton, el cuento de Lewis Carroll y la presencia de Johnny Depp y helena Bonham-Carter en dos papeles que les vienen como anillo al dedo, prometía uno de los mejores cócteles imaginables, sin embargo, y sigo sin explicarme cómo, el experimento ha sido una decepción. Pude ser que sabiendo del ingenio de Burton, todos le ponemos el listón bien alto, pero yo creo que podía haber hecho algo muchísimo mejor… perdón, no lo creo, lo sé… y él también.

La película no es una versión, es una secuela, ya que cuenta la historia con una Alicia (Mia Wasikowska) de 19 años que se dirige a la fiesta de una mansión donde un Lord va a pedir su mano. Allí será donde regrese al País de las Maravillas, del que no recuerda haber estado y que se ha convertido en una tierra arrasada gobernada por una malvada Reina de Corazones (Helena Bonham-Carter) y que sólo ella, como si de una Eowyn cualquiera se tratara, podrá combatir.

No es una película mala, tiene grandes detalles, está muy bien ambientada y los decorados son inmejorables, como en todo producto que lleva el sello Burton. Lo malo es que conforme avanza la historia, se va volviendo más y más convencional, los personajes no tienen la chispa que deberían tener, y ni siquiera el Sombrerero interpretado por Johnny Depp salva el cuento.