Una película sorprendente que ya te atrapa desde el primer minuto. El argumento va de seis personas se encuentran sin razón aparente en un cubo. Todos han sido secuestrados y metidos allí sin ningún motivo aparente. Juntos deberán encontrar la salida de un laberinto lleno de trampas, en el que cada habitación tiene forma de cubo, y se conecta con otros seis habitáculos. Entre los desafortunados hay una estudiante de matemáticas, un policía, un experto en fugas, una doctora, un arquitecto y un discapacitado. Juntos deberían formar un equipo perfecto para salir de allí, pero... ¿quién ha construido todo y les ha metido allí? ¿Y por qué? Todo eso formará un cóctel de tensión y desesperación a lo largo de toda la película donde saldrán a relucir todas las virtudes y defectos de los personajes, cada uno con sus vicios y sus problemas, llevada psicológicamente hasta el máximo exponente. Otro de los aciertos de la película es la forma en la que Natali utiliza la cámara, dotando a la escena y al interior una profundidad que carecería por medios convencionales. Todo un alarde de maestría, imaginación y ganas de querer hacer bien las cosas. Es de verdad increíble como puede atraparte una película sin un gran presupuesto ni apenas efectos especiales, con un guión sobresaliente, unos actores muy bien dirigidos y mucha imaginación, por eso pienso que se merece un nueve. Tuvo, 2 secuelas más de bastante menos calidad, aunque si cogiéramos lo mejor de la tercera y lo añadiéramos a la primera tendríamos la película perfecta..