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España España · Algeciras
Voto de ScUdDeTtO:
10
Acción Cuando el crimen se extiende como una plaga, el teniente de policía Marion "Cobra" Cobretti es el único remedio para combatirlo. La misión de Cobra consiste, por una parte, en detener a los seguidores de una secta de asesinos y, por otra en proteger a Ingrid, la testigo de un asesinato cometido por la banda. Con lo que no cuenta es con la existencia de un "topo" en el departamento de policía, que se encargará de informar del escondite de la chica. (FILMAFFINITY) [+]
16 de junio de 2012
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen obras magnas como “Ciudadano Kane”, donde crítica y público se dan la mano para atribuirles la tan cacareada etiqueta de “la mejor película de la historia”; otras en cambio gozan del beneplácito del público y del salvaje despellejamiento de la crítica - “El club de la lucha” puede ser un ejemplo representativo-, pero si existe LA PELÍCULA, esa por bemoles tiene que ser “COBRA, EL BRAZO FUERTE DE LA LEY”.

No sólo es el filme que mejor representa los valores de la generación de los 80 y de la Administración Reagan -ya se sabe, la “generación del 90 es una generación perdida, sobre todo los que han nacido después en el 92, año de la creación símbolos de nuestra amada España como Curro en la Expo de Sevilla Cobi en los JJOO de Barcelona,"-, sino que el sólo ver a ese genio con rasgos equinos llamado Sylvester Stallone, matando a malos malísimos con sus gafitas y su chupa sin que se le caiga en ningún momento la cerilla de su boca, llegamos a la conclusión que Cobra es la viva representaación del übermensch nietzscheranio.

Pocas son las líneas que se dan de espacio para poder hablar de las innumerables bondades de este filme. El mejor arranque de la historia del cine, con esa voz en off que se te quedará grabada para siempre :<<En América... Se comete un robo cada 11 segundos. Un robo a mano armada cada 65 segundos. Un crimen violento cada 25 segundos. Un asesinato cada 24 minutos... Y 250 violaciones de mujeres cada día>>. Y con esa secta de moteros psicópatas, alzando sus hachas y percutiéndolas entre ellas cuales castañuelas se trataran; sus minutos musicales al más puro estilo ochentero con la única justificación de que “molan y punto”; sus citas que perdurarán en la historia del Séptimo Arte: <<El crimen es una plaga y yo soy el remedio>> o <<Aquí es donde termina la ley... ¡ Y comienzo yo!>>, ponen de manifiesto que el genio de los diálagos no es Woody Allen, sino ÉL, el bueno de Sly.

Maravillosa, singular, irrepetible. Toda una obra de HARTE.
ScUdDeTtO
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