Mmm, no nos engañemos, si algo tiene Jackie Chan es que es un artista del mamporro y de la acrobacia al límite. Y, sinceramente, en esta película hay poquito de eso. No es que no haya, algún momento hay para quitarnos el gusanillo; las consabidas tomas falsas al final tampoco faltan. Sin embargo, sabe a poco.

Un metraje algo excesivo (rondando si no sobrepasando las dos horas) en el que se incide demasiado en algunos temas emocionales que quedan bien masticados en la primera exposición. Si hubiera sido más corta tal vez hubiera habido un mejor equilibrio entre acción y drama, pero en su forma actual es pesada en más de una ocasión.

En fin, tiene sus momentos para los fans del amigo Jackie. Como drama policial, la verdad, deja bastante que desear. Aun habiendo ido a verla esperando espectáculo, no me habría importado ver una película más convencional si fuera buena. Sin embargo resulta algo aburrida.