La simpática obra de teatro de Alexandre Breffort, en manos del gran Billy Wilder logra convertirse en una película igual de divertida, muy entretenida, con interpretaciones excelentes, banda sonora excepcional, pero cuya duración puede llegar a ser el único "pero" de la cinta. Ojo, no estoy diciendo en ningún momento que sea una mala película (es Wilder, por el amor de Dios, hasta lo malo le salían bien) pero al final, aunque con una gran sonrisa en mi rostro, esta vez si creo que se pasaron "un poco" y termine un poco cansado con sus 142 minutos.

A más de la siempre notable "batuta" de Billy Wilder fue un autentico lujo volver a ver juntos a la eterna pareja conformada por Jack lemmon y Shirley Maclaine, el primero impecable y certero, la segunda bellisima, atrevida y adorable (mención especial su "baile" sobre la mesa de pool) ambos demostrando de nuevo una química natural y fresca que jamás morirá (al menos en pantalla). De soporte se dejan ver Lou Jacobi, Bruce Yarnell, Herschel Bernardi, Hope Holiday, Joan Shawlee, Grace Lee Whitney, Paul Dubov, Howard McNear, Cliff Osmond, Diki Lerner, Herb Jones, Ruth Earl, Jane Earl, Tura Satana, Lou Krugman, James Brown y un casi irreconocible Bill Bixby.