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4.5
9,854
Terror. Acción. Thriller. Comedia
El lago Victoria (Arizona) es un lugar que se llena de gente joven durante Spring Break, las populares vacaciones de primavera. De repente, se producen una serie de temblores submarinos que liberan unos peces prehistóricos antropófagos. Todos deberán unir sus fuerzas para sobrevivir a estas criaturas. Remake del clásico de terror dirigido por Joe Dante. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2011
27 de marzo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la moda del remake se le suma la del 3D, la necesidad que aportar algo nuevo al espectáculo que trascienda lo cotidiano, por mucho que el 3D no sea algo realmente nuevo, sí que lo han perfeccionado para tratar de aplacar la crisis, arrastrar más espectadores a las Salas y ya de paso cobrar un plus añadido. En el caso que nos ocupa estamos ante un ejemplo de ambas cosas, el remake de un simpático (que no genial) film de finales de los 70 adornado por el circense efecto tridimensional. Es un tanto complejo hacer una valoración de esta película, ruidosa, frenética y con poco que contar. El francés Alexandre Aja está claramente influenciado por la ola del remake, no por casualidad tiene en su curriculum americano “Las colinas tienen ojos” y “Reflejos” y ahora esta aventura acuática que no nos engañemos poco tiene que ver con el film de Dante.
A priori todo parece estar en su contra y cuesta buscar cualidades que motiven su visionado, la fórmula empleada es tan plana que se me antoja claramente deliberada y nada disimulada, esto es gore brutal, desnudos de chicas playboy (porno star incluída) y una música insoportable propia de descerebrado de coche deportivo tuneado. A partir de ahí la historia es tan elemental y ridícula que sólo podemos tomarlo a chiste y dejarnos llevar por los elementos visuales que tenemos delante. Una fisura en un lago libera unas pirañas prehistóricas que han sobrevivido... bueno ¿le importa a alguien?, sigamos. En el reparto encontramos algunos rostros conocidos, el cameo y guiño al género de Richard Dreyfuss (el hombre debe de andar pelao) que abre la función o Elisabeth Shue que parece esforzarse infructuosamente por ganarse el cheque. El resto a lo suyo, la porno star que todavía no tengo muy claro si es un reclamo para el espectador o para las pirañas, no dice una palabra en toda la película, lo cierto es que es mejor así y la otra chica playboy (no sé cómo llamarla la verdad) tiene su momento más afortunado cuando la Shue, en una situación tensa en que los protagonistas tienen que salvar un obstáculo y le pregunta:
-“¿podrás hacerlo?”
-“Por supuesto, bailo en la barra de un club”.
A priori todo parece estar en su contra y cuesta buscar cualidades que motiven su visionado, la fórmula empleada es tan plana que se me antoja claramente deliberada y nada disimulada, esto es gore brutal, desnudos de chicas playboy (porno star incluída) y una música insoportable propia de descerebrado de coche deportivo tuneado. A partir de ahí la historia es tan elemental y ridícula que sólo podemos tomarlo a chiste y dejarnos llevar por los elementos visuales que tenemos delante. Una fisura en un lago libera unas pirañas prehistóricas que han sobrevivido... bueno ¿le importa a alguien?, sigamos. En el reparto encontramos algunos rostros conocidos, el cameo y guiño al género de Richard Dreyfuss (el hombre debe de andar pelao) que abre la función o Elisabeth Shue que parece esforzarse infructuosamente por ganarse el cheque. El resto a lo suyo, la porno star que todavía no tengo muy claro si es un reclamo para el espectador o para las pirañas, no dice una palabra en toda la película, lo cierto es que es mejor así y la otra chica playboy (no sé cómo llamarla la verdad) tiene su momento más afortunado cuando la Shue, en una situación tensa en que los protagonistas tienen que salvar un obstáculo y le pregunta:
-“¿podrás hacerlo?”
-“Por supuesto, bailo en la barra de un club”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esto nos da una idea de por donde van los tiros, como esta se producen numerosas situaciones paródicas por lo absurdo que resultan, me viene a la cabeza otra en la que otro protagonista pierde un valor importante y hace un “chiste” al respecto. Por momentos uno piensa que está ante un film de Eli Roth, especialmente cuando vemos a este en pantalla, haciendo lo que mejor sabe hacer, el tonto. Sobre el efecto 3D, qué decir, es un recurrente recurso del que ya estoy cansado por no decir asqueado, espero que Hollywood no tarde demasiado en reaccionar y darse cuenta de que el cine no es un parque de atracciones y necesita desesperadamente de guiones y dejarse de tanta ironía comercial, aunque me parece que lo tengo claro y esto va para rato. “Piraña 3D” es un film muy malo, nefasto artísticamente, que se ríe de sí mismo constantemente, que no pierde ni un minuto en tratar de convencernos de nada, quizás por ello merece un poco de caridad y por habernos alegrado la vista, primero con los desnudos y después por comérselos. Desde aquí ya sólo queda que cada uno vea el vaso medio lleno o medio vacío.