Sin duda, el planteamiento del muy interesante Mackenzie (admirable película aquella de 2011 sobre la epidemia que hacía ir perdiendo los cinco sentidos de las gentes) es lo mejor de la película: un western típico y tópico, incluso con comanches de por medio, a caballo entre escenarios de Texas, Nuevo Méxio y Oklahoma, sustituyendo vehículos de segunda mano por los caballos, con vaqueros de sombrero hasta en la ducha, un sheriff implacable (maravilloso, excelso Jeff Bridges) y dos hermanos que en vez de asaltar diligencias atracan bancos. Y he aquí que la crisis, la terrible crisis que ha encogido al mundo occidental, es el trasfondo de esos atracos, y los atracadores se convierten en gente cargada de raznes y los atracados en todopoderosos malvados. Lo mejor, sin duda, la ambientación y la pareja de Rangers que persiguen a los hermanos, con diálogos y situaciones magníficas. Lo menos bueno, que parece que ya hemos visto esta película, no tan bien narrada, pero sí que sabemos el final. No obstante, un film muy recomendable.