Un film Netflix bastante potable en cuanto se refiere a un diseño de producción y una transmisión de imágenes más que digna, consiguiendo un entorno inquietante, con toques oníricos y cierto aire, más tenebroso, eso sí, a Alicia en su su país de las maravillas. Si todo esto hubiera estado acompañado de unos actores más intensos (el protagonista masculino está por hacerse como actor, eso como poco) y un guión más elaborado, estaríamos ante una película de intriga psicológica meritoria. Pero es que no es así, el guión bucea en áreas que toca y deja sin catar, los diálogos no dan información al espectador y, lo peor, a éste se le engaña durante una hora de metraje. Y después, cuando el engaño se desvela, ya la resolución de la película no nos interesa. Salvando su aspecto visual, estamos ante un film de sobremesa de fin de semana, eso sí, hecho con dignidad. Algo es algo.