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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Romance. Drama George Eastman (Montgomery Clift), un joven sin recursos, consigue un trabajo gracias a un pariente lejano, el rico industrial Charles Eastman (Herbert Heyes). El empleo es un puesto en su fábrica, pero tan modesto que le impide la entrada en su círculo social. A pesar de ello, el joven conoce a Ángela Vickens (Elizabeth Taylor), una bellísima aristócrata de la que se enamora. Pero George tiene novia, una humilde empleada de la fábrica, ... [+]
15 de agosto de 2010
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Significativo remake de, “An American Tragedy”, la notable película que, Josef von Sternberg, realizara 20 años antes, en 1931, con el propósito de cuestionar la desidia moral y condenarla como responsable de incontables pérdidas humanas. La novela de Theodore Dreiser, que surge a partir de un hecho real: El caso de Chester Gillette -quien fuera condenado a la silla eléctrica, en 1908, acusado de la muerte de Grace Brown, su novia embarazada-, procura ser fiel a los hechos y se fundamenta, en buena parte, en las emotivas cartas que, dirigidas a su novio, escribiera la joven ahogada.

La versión cinematográfica que con el título, <<UN LUGAR EN EL SOL>>, realiza, George Stevens, se basa principalmente en la película de Sternberg, de la cual retoma algunas escenas con una composición bastante similar, al tiempo que elimina o transforma ciertas situaciones, lo que poco a poco va llevando hacia otros signos y hacia otros significados de la historia. Stevens –como Sergei Eisenstein, quien tuvo entre sus proyectos rodar esta película- piensa también que el protagonista, ahora llamado George Eastman, es víctima de la sociedad en que se mueve, y entonces, todo apunta a que la historia se convierta en un alegato contra la pena de muerte.

El guion de, Michael Wilson y Harry Brown, los cuales tomaron como punto de partida la adaptación teatral que, de la obra de Dreisler, hiciera Patrick Kearney, asume favorables matices en el personaje que, con gran acierto y con mayor simpatía representa, Montgomery Clift, logrando contagiarnos con su afán de encontrar el verdadero amor y con ese mesurado entusiasmo por posicionarse entre la clase social que lo viene acogiendo poco a poco.

Para Stevens, el personaje de Alice (una sugestiva, Shelley Winters) se comporta como una piedra en el zapato... y toda la comprensión recae sobre George, haciendo que los propósitos de redención por parte de la muchacha no resulten nada fáciles.

Liz Taylor, resulta también muy cálida y agradable representando a Angela Vickers, la joven de sociedad dispuesta a correr algunos riesgos para mantener su relación. Así las cosas, esta es la historia de un gran amor que podría verse truncado por un error y por la incompetencia de la mal llamada justicia para adentrarse en aquellas íntimas razones que motivan los llamados comportamientos reprochables.

Siento también que faltó más peso en el juicio y que el fiscal de este caso es, sin duda, menos afortunado. Con todo, el filme se sostiene con su excelente ambientación, su eficaz edición y sus sensibles personajes protagónicos.

Seis premios Oscar (incluidos el de Mejor Director, Mejor Guion y Mejor Cinematografía) y el Globo de Oro a la mejor película dramática, avalan esta notable película que reafirma el talento de ese gran director que fuera, George Stevens.
Luis Guillermo Cardona
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