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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Sicilia, años cincuenta. El pícaro Joe Morelli, con su obsoleta cámara Ascania a cuestas, asegura que es capaz de hacer realidad los sueños de cualquiera que aspire a ser una estrella de cine. Con el pretexto de descubrir nuevas caras para una película, llega a un pueblecito y exige a los ingenuos lugareños 1.500 liras por hacer realidad sus sueños. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posguerra significa pueblos arrasados y desolados; gente que lo ha perdido todo… a veces incluso la vida propia o la de sus seres queridos; hombres tristes y amargados porque ya no encuentran lo que más les importaba en la vida; mujeres prostituidas para poder sobrevivir; individuos dedicados al asalto y el crimen para obtener lo que necesitan… y oportunistas sacando provecho de la necesidad de los humildes para engatusarlos y sacarles lo que les queda.

Así, y con muchos más problemas, quedó Italia tras la II Guerra Mundial… y es en éstos tiempos -cuando ya se han ido agresores y libertadores- que la gente en los pueblos se aferra a la esperanza de seguir con vida… y es, un día de estos, que a uno de aquellos pueblos llega un hombre que se identifica como representante de una productora de cine (Universalia), buscando nuevos rostros que, según dice, enseñará a los directores para ver quiénes son llamados como actores.

Armado de una cámara, algunos accesorios de rodaje, y un buen número de fotografías que lo muestran al lado de grandes estrellas de cine, con su verbo fluido y conocedor de nombres, Joe Morelli llena de ilusiones a los moradores de aquel pueblo de Sicilia, quienes hacen fila para presentarse a los castings y se ingenian, como pueden, la manera de hacerse al dinero que les costará ponerse delante de la cámara de Morelli.

Giuseppe Tornatore, consigue con, <<EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS>>, otra nostálgica experiencia donde, el alma de los hombres de pueblo se debate entre el dolor y la esperanza… y al final, abandona o sobrevive con su fe y con los rayos de sol que alientan cada día. Ante aquella cámara veremos muchos rostros con escaso aliento para asirse a la ilusión; conoceremos a otros seres que, aquella ocasión de ser escuchados por alguien, la aprovecharán para desahogar sus muchas tristezas o sus ansias casi perdidas… y habrá quienes, como Beata, que se aferrarán a aquella esperanza y estarán dispuestas a sacrificar su dignidad con tal de escapar del hambre y la miseria.

Sergio Castellito, como Morelli, borda un interesantísimo personaje que se debate entre su falta de escrúpulos para la estafa y el respeto que le van mereciendo algunos de los seres, muy humanos, que van poniéndose delante de su cámara. La debutante, Tiziana Lodato, como la chica que nació de la “virgen” y se crio en un convento, logra también una magnífica personalidad dual, con osadas salidas de muchacha putona, y con un ímpetu de chica pujante y enamorada de la vida, que nos conmueve profundamente.

En ese guion escrito en compañía de Fabio Rinaudo, Tornatore toca fibras muy sensibles sin caer en recursos fáciles como la lástima o el melodrama. Sus personajes se defienden, se esfuerzan, sacan aliento de donde no lo tienen… y algunos afloran su rabia para cobrársela a quienes pretenden aprovecharse de ellos. Al final, siente uno que ha visto un cuadro humano de connotada relevancia y muy digno de trascendencia.

Título para Latinoamérica: FABRICANTE DE ESTRELLAS
Luis Guillermo Cardona
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