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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Western Alvarez Kelly es un ganadero mexicano que aprovecha la Guerra de Secesión (1861-1865) para ganar dinero. Es contratado por el ejército de la Unión para transportar 2.000 cabezas de ganado desde México a Virginia, pero, en el camino, el rebaño de Kelly es interceptado por un coronel confederado que quiere apoderarse de las reses para alimentar a sus hambrientas tropas. (FILMAFFINITY)
7 de diciembre de 2020
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy probablemente, lo que en La Guerra Civil Estadounidense dio realce histórico a la llamada, Incursión Beefsteak (The Beefsteak Raid), fue el hecho de que, en un acto de deferencia y de buen humor, el presidente Abraham Lincoln, al preguntársele por ese suceso, dijo: “Fue el robo de ganado más hábil del que jamás haya oído”.

Según consta en el informe (del 27-09-64) que presentó quien dirigiera la operación, el general Wade Hampton, quien tenía el mando del ejército confederado del Norte de Virginia, el hecho ocurrió entre el 14 y el 17 de septiembre de 1864, cuando se enteró de que, el ejército de la Unión, tenía una enorme cantidad de ganado en una plantación cerca de Coggin’s Point, en el río James. A sabiendas de que sus ejércitos estaban pasando física hambre y que el ganado no estaba debidamente vigilado, Hampton decidió hacer dicha incursión con 3 mil soldados, sus respectivos oficiales, y secundado por otros generales (Lee, Dearing, Rosser…). Tras una marcha de más de 100 millas, los rebeldes capturaron el ganado de la Unión (2.468 reses) y lo llevaron hasta las líneas confederadas. Además, trajeron consigo a 304 prisioneros de la Unión.

Quienes se animen a leer el informe de Hampton (1), se darán cuenta de la calculada ficción que se nos cuenta al recrear dicho episodio en la película, <<ALVAREZ KELLY>>, que, por encargo, dirigiera el acreditado, Edward Dmytryk.

Pero, el guion que firmara, Franklin Coen, es tan traído de los cabellos y tan poco original que no tiene por donde agarrarlo. Para empezar, toma como protagonista a un vividor mexicano (de madre estadounidense según se advierte en su segundo apellido: Kelly, ¡un nombre que me recuerda a una mujer preciosa: K.M.!), al que le importa un rábano quién gane la guerra, pues, a él solo lo motivan: el dinero, el whisky y las mujeres. En el único apunte crítico que puede permitirse, Dmytryk, hará decir a, Álvarez Kelly, que, “Nosotros tenemos otro nombre para lo que ustedes (los estadounidenses) llaman La Guerra Mexicana, en la que se robaron una buena parte de nuestro país”.

De resto, con total falta de escrúpulos (como cualquier, James Bond), el mexicano se dedicará a enamorar a las mujeres sureñas, y terminará sirviendo a los confederados -algo de presión ayuda- con tal de quedarse con la novia de su líder, el coronel Tom Rossiter.

Parece que, ni el Fatum quería que la película se hiciera, pues, debió suspenderse 6 meses cuando, William Holden, se infectó con la bacteria salmonela; y luego debió suspenderse, otros días, tras la llegada del huracán Betsy. En cierto momento, mientras Dmytryk y Holden, se encontraban bebiendo en un descanso del rodaje, hablaron de su inconformidad con el mediocre guion que venían filmando y, Holden, se enojó tanto que, simulando meter las hojas del guion por el trasero de su caballo, exclamó: “Ahí es donde debería estar”.

Solo, la muy buena actuación de, Richard Widmark, y la sugerente presencia de la muy bella, Victoria Shaw, salvan a este falso western del descalabro total.

(1) https://almostchosenpeople.wordpress.com/2014/09/30/the-great-beefsteak-raid/
Luis Guillermo Cardona
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