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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Intriga En El Paso, punto fronterizo entre México y los Estados Unidos, es frecuente el tráfico de drogas y el paso clandestino de inmigrantes ilegales, lo que lo convierte en un lugar especialmente peligroso para la policía. Charlie Smith es un guardia de frontera que vive en permanente conflicto con su conciencia. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Programa Bracero (1942-1964) fue un acuerdo binacional con el que México abastecía de trabajadores agrícolas a los campos de cultivo y granjas estadounidenses, ya que, innumerables labriegos habían ido a la guerra… y, bien que se sabía que muchos nunca volverían. En un pueblo, llamado Empalme, estaba el único centro de contratación para dicho programa, y pronto se desbordó el número de mexicanos que, acosados por toda suerte de necesidades y en busca de una nueva esperanza, pasaron hambre y enfermedades para llegar hasta allí. Muchos murieron antes de llegar y muchos otros serían rechazados por sus condiciones físicas. Desde entonces, miles de mexicanos -y gente de otros países latinoamericanos- quiso cruzar la frontera estadounidense a como diera lugar.

Un día, una bonita y joven madre mexicana quien, tras perder a su esposo, también alienta el sueño americano, reprende a su hermano mientras le arrebata las tapas que sustrajo de la camioneta en que viaja el nuevo agente de la Border Patrol (Patrulla de Frontera), Charles Smith, y cuando se las devuelve, al apreciar ese gesto de dignidad y contemplar su dulcísimo rostro, el policía queda prendado de ella, más cuando la sigue viendo, junto a su bebé y su joven hermano, entre los muchos humildes braceros que luchan por cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. En adelante, la tendrá entre ceja y ceja, y su mayor propósito será ayudarla a lograr su cometido.

Pero, en el proceso, Charlie va a descubrir el perverso negocio que subsiste con el tráfico de inmigrantes, y tendrá que vérselas con una maraña de explotación, tráfico, abuso… y múltiples asesinatos, que también pretende envolverlo.

No es un tema nuevo en el cine, porque es una álgida y terrible problemática que, por décadas, ha desatado innumerables dramas y tragedias que siempre vale la pena contar, pero, el drama y la conspiración que ahora nos narra el director Tony Richardson, contiene bastante calidez humana y también mucho de definición de un infame negocio que impactará a quienes poco o nada saben del tema y, quizás, despierte y/o movilice algunas conciencias.

Jack Nicholson, luce muy aplicado como el policía que, impulsado por su frívola esposa Marcy (Valerie Perrine), ha dado el paso de irse hasta, El Paso, en busca de nuevos horizontes… y de impactantes sorpresas. A su lado, Harvey Keitel es “Cat”, todo un felino en busca siempre de ingenuas presas; y, Elpidia Carrillo, es María, la joven muchacha que dará un gran giro a la vida del policía estadounidense y lo hará sentir que los mexicanos también tienen alma.

La precisa ambientación deja claramente plasmadas las muchas carencias que todavía padece un amplio sector del país de Juan Rulfo, María Izquierdo, Carlos Fuentes… y Emilio Fernández. El guion de Deric Washburn, Walon Green y David Freeman, resulta muy bien dosificado en lo sociológico y lo emocional; y Richardson demuestra, una vez más, que su madera de artista era bastante sólida.

Mención a la bonita canción cantada por Freddie Fender, “Across the Bordeline”, con la cual se abre y se cierra la película.

Título para Latinoamérica: FRONTERA VIOLENTA
Luis Guillermo Cardona
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