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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Comedia En 1949, durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, el corrupto alcalde de San Pedro de los Saguaros es linchado y decapitado por los indígenas que habitan el lugar. Corren tiempos electorales y el gobernador no está dispuesto a ver peligrar su posición por un escándalo político, por lo que ordena a su secretario de gobierno, el licenciado López, que nombre un nuevo alcalde para San Pedro. López decide que el más indicado es Juan ... [+]
8 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Concebido, en 1929, como ‘un partido al servicio de las masas, con la intención declarada de tutelar los derechos de los trabajadores’, el PRI comenzó llamándose Partido nacional Revolucionario (PNR), y actuando como un movimiento de carácter socialista en contra de la extrema derecha que se venía gestando como propagación del ‘virus’ (nazi-fascista) que ya estaba infestando a Europa, comenzó a reclamar una mayor participación de los trabajadores en los asuntos del estado y una distribución más equitativa de la riqueza. Casi una década después (en 1938), el PNR cambió su nombre a PRM (Partido de la Revolución Mexicana), debido al cambio de directivas que, el entonces presidente Lázaro Cárdenas, llevó a efecto. Se mejoró sustancialmente la movilidad del país y los alimentos llegaban ahora a la gente a muy bajo costo; se amplió el reconocimiento de los derechos obreros fortaleciendo el sindicalismo y se aumentó notablemente la cobertura educativa.

Fue, en 1946, que el PRM pasaría a llamarse Partido Revolucionario Institucional (PRI)… pero los militantes formados en la lucha revolucionaria, estaban ya muertos o retirados, y entonces, se abrió el camino a ciudadanos de corbata y con educación universitaria, que pronto comenzaron a tener la tentación de orientar el partido hacia el autoritarismo, aunque, arrastrados por la historia, tuvieron que reconocer, en su día, el voto de la mujer y su derecho a participar como candidatas en cualquier tipo de elección.

Durante la década de 1960, comenzó una represión violenta a la oposición y la civilidad que enalteció al partido en sus tiempos Revolucionarios, se fue al piso y varias terribles matanzas tuvieron lugar durante el gobierno de Gustavo Diaz Ordaz. Ya, PRI, era sólo una sigla de significado muerto, y algo de lo que ha sido, desde entonces, es lo que nos recrea, con mucha sátira y humor negro… y también con suma veracidad, el director Luis Estrada, en su película “LA LEY DE HERODES”, la cual fue prohibida en México y luego exhibida ante la presión del público y de los medios.

La historia comienza en 1949, cuando el alcalde de turno (llamado Alfredo García en alusión a la película de Sam Peckinpah, “Tráiganme la cabeza de Alfredo García”, que coprotagonizara Isela Vega, quien aquí aparece como Doña Lupe) es degollado por un grupo de moradores de San Pedro de los Saguaros (nombre imaginario, el saguaro es una especie de cactus), tras cometer un asesinato y huir con el dinero de los impuestos. Nombrado por López, el secretario de gobierno y aspirante a la gobernación, al pueblo llegará entonces, el elegido como nuevo títere, Juan Vargas (impecablemente representado por Damián Alcázar), el cual tendrá que elegir entre ser honesto y llevar prosperidad a un pueblo al que sólo se le cubren las necesidades de una iglesia - ¡que les explota! – y de un burdel - ¡donde se abusa de jovencitas! – o seguir el camino de la allí llamada ‘Ley de Herodes: O te chingas o te jodes’, que es algo así como, o entras en el juego de la corrupción o llevas las de perder (“El que no transa, no avanza”, como dice López).

Al filme no le sobra ni un solo plano, y poco a poco, procurando siempre que consigamos mantener el buen humor a tono para que no nos amarguemos, nos va adentrando en una didáctica plasmación del proceso que, con tantísima frecuencia, recorren los dirigentes políticos, no sólo de México, también de otros países de Latinoamérica. La historia da en el blanco y el atraso de cientos de pueblos queda explicado con lujo de detalles.

Así, “LA LEY DE HERODES” se convierte en un filme indispensable.
Luis Guillermo Cardona
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