Un sádico asesino apodado Jack el Destripador empieza a asesinar a varias prostitutas. El inspector de policia Frederick Abberline(Johnny Depp) y su ayudante el sargento peter Godley (Robbie Coltrane) son los encargados de resolver una investigación que les llevará a la conclusión de que el loco homicida sigue un patrón elaborado, debido a la municiosidad en que extrae algunos de los órganos de los cadáveres que deja por los rincones de las calles. Por lo que decide proteger a un pequeño grupo de prostitutas relacionadas con las víctimas y de las que podrían ser víctimas potenciales. Entre ellas está Mary Kelly (Heather Graham) una pelirroja irlandesa que está siendo amenazada constantemente por un grupo de extorsionadores.

Los pirotécnicos pero estilizados Albert y Allen Hugues (hermanos gemelos nacidos en Detroit en 1972) adaptaron una muy bien planteada como seria historia gráfica de Alan Moore (autor de entre otros de “V de Vendetta” y “Watchmen”), ambientada en el oscuro Londres victoriano de 1888 en que la sombra acechadora de Jack el Destripador cometió una cadena de atroces crímenes en el distrito de Whitechapel. Los directores de la interesante cinta de Ciencia-Ficción con elementos de cine del oeste, “El Libro de Eli” (The Book of Eli, 2009) recrearon a la perfección la ciudad de Londres acorde a su época con unos magníficos decorados, vestuario y una fotografía adecuada a las circunstancias en que la amenaza (la atmosfera rojiza que se cierne en los cielos sobre el Big-Ben y el Parlamento prediciendo de que el asesino volverá a cometer otro de sus brutales trabajos). Así como el tratamiento con los personajes, empezando desde la sospecha inicial de los orígenes cirujanos de tan sádico personaje que podría confundirse entre los más respetadas personalidades médicas, algunas directamente relacionadas con el Palacio de Buckingham. Sin lugar a dudas lo sobrenatural no cobra protagonismo ante un hechos históricos que sucedieron por eso el protagonista interpretado por Johnny Depp neutralizando con sus pequeñas dosis de bromuro potásico en un terrón de azúcar con absenta sí consigue, sin embargo, prever los futuros acontecimientos por lo que lo convierte en un “gentleman” superhéroe de finales del siglo XIX.