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España España · Barcelona
Voto de lloryo:
9
Drama Ester, su hermana Anna y su sobrino Johan atraviesan en tren un país extranjero y sombrío, probablemente en guerra. Los tres vuelven a casa, pero tienen que interrumpir el viaje y detenerse en una ciudad a descansar en un oscuro y destartalado hotel, ya que Ester, que sufre una crisis vital, se ha puesto enferma. Mientras Ester trata de reprimir la atracción sexual que le inspira Anna, ésta sale en busca de sensaciones que la liberen ... [+]
16 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película sombría, elegante y de una inteligencia abrumadora. Es paradójica la brillantez del guión en una película en la que reina el silencio como su mismo título indica; este tiene un papel protagonista (como dijo Bresson, "el cine sonoro inventó el silencio"). La soledad de cada personaje, que incluso se resalta al hablar estos idiomas diferentes (la relación entre el botones del hotel y Johann, o la relación de aquel con Esther) deja espacio para que asistamos al derrumbamiento de la relación entre Esther y su hermana, de la que especialmente Johann, desde su inocencia y bonanza, es espectador.

El filme posee un dramatismo monumental, característico de las películas de Bergman. Escenas como la que nos muestra las lágrimas del niño ante la enfermedad de Esther o la que nos enseña que el mayordomo también tiene una historia que contar poblada de soledad. Desgarra las entrañas la frialdad de Gunnel Lindblom, en las últimas escenas, para con su hermana. Esto nos deja el sabor de una historia de sentimientos y actuaciones poliédricas, que muestran a un Bergman de una madurez e inteligencia brillantes.

Sin duda, cabe resaltar la actuación de Ingrid Thulin y de Gunnel Lindblom. Su trabajo deja la sensación de que no hay un guión detrás que encapsule la espontaneidad de las actrices. Son pura pasión y dolor.
lloryo
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