Empezar hablar de esta película hay que irnos al año 2014, donde vimos por primera vez a esta pareja de protagonistas; donde su tremenda química nos hizo enamorarnos de ellos; Si, estamos hablando de La teoría del todo, un efectivo biopic del matrimonio formado por Stephen y Jane Hawking, filme que les dio su primera nominación al Oscar y de la cual Eddie Redmayne se lo ganó, puede que muchos no la recuerden, pero nos dejó a unas de las parejas Cinematográficas más entrañables, y que al día de hoy cada vez que vemos la teoría del todo nos enamoran.

Pues bien ahora cinco años después de esa historia de amor y desamor más grande que la propia vida, nos volvemos a encontrar con Felicity Jones y Eddie Redmayne en The Aeronauts, en este caso la película de Tom Harper se toma la palabra "libremente" literalmente a su favor y adapta la historia a una idea de estos tiempos más modernos. Vaya que cuando se dio luz verde a este proyecto y quisieron darle un aire fresco se lo tomaron muy a pecho.

Esto lo menciono por que Amelia Wren, la osada y talentosa piloto de globos que sufre un trauma que debería ser fuerte pero que la película lo toma y lo deja muy fácilmente ( interpreta con un gran carisma una estupenda Jones que se come toda la película) , NO existió.

Así es, tenemos aquí un cambio de género, que podría ser casual, pero no, aquí la casualidad no existe, al ver la cinta notamos que fue una decisión interesante y funcional por un lado; está relevancia ayuda a tener un balance que el director logra aprovechar, y esa es la química de los actores. Pero, lo que funciona con ellos, el guión lo explota y pierde esa credibilidad que se buscaba y es en un detalle divertido; es en especial con una frase que se repite hasta el cansancio "llegar más alto de lo que ningún hombre o ninguna mujer han llegado antes". Por si no quedaba claro las nobles intenciones, 'The Aeronauts' la cinta, la repite y la repite para te entre el mensaje. Pará ver si entendemos... OK lo tenemos claro, hombres y mujeres unidos. Aquí la mujer es la heroína en todo los sentidos, es la que salva la película, salva más de una vez al personaje masculino en ese viaje por los cielos.

Fuera de ese pequeño gran detalle Harper sorprende con una película de aventuras a lo más clásico, buscando alguna emoción sin caer en lo melodrama o lo cursi, nunca busca el romanticismo entre los personajes, si no que crea una amistad que nace por el crecimiento humano de ambos protagonistas. A eso le podemos agregar que cada toma esta acompañada por la delicada música de Steven Price y por la brillante fotografía de George Steel que hacen que el filme sea todo un espectáculo audiovisual que cuando viaja por el pasado de sus protagonistas para explicarnos por qué éstos han acabado encerrados en un globo aerostático del que quizás no salgan con vida no se sienta de relleno, si no que complemente la historia.

El logró más llamativo de The Aeronauts es que utiliza la tecnología al servicio de la emoción, a la historia y no de la acción; ahí la utiliza para dar un apoyo a la escena.