¿Esta película la mejor de Disney en años?

En esta crítica no hay miedo a que se haga un spoiler ya que por mucho que se cuente del argumento este es irrelevante, sencillamente porque la secuencia de imágenes no lleva a ningún sitio, no pasa realmente nada más que cantan y cantan y vuelven a cantar. El cambio de plano o entorno es una excusa para la siguiente canción pero la película carece de todo tipo de intriga, emoción o nada parecido. El mero hecho de que la propia directora de la película haya pedido perdón por el exceso de canciones ya nos debería dar una pista, claro que podría añadir el exceso de canciones y la carencia de argumento pero eso ya sería demasiado.

Eso sí, hay que tener en cuenta que los niños y niñas pequeños no son muy exigentes en cuanto al argumento y esas cosas por lo que si se ve la película con una niña (especialmente) quedará prendada del mundo de princesas y canciones cursis. Porque eso sí, la película es cursi como ella sola. No es machismo, es que en aquellas casas que conozco donde hay un niño y una niña, Frozen es la mejor película de la historia para la niña y una más para el niño.

Y he ahí el éxito de la película: dos hermanas princesas que se cantan constantemente cosas cursis y sin demasiadas exigencias para el guión. Sin un atisbo de acción ni nada parecido porque las hermanas princesas se quieren, se cantan, se buscan, se cantan, se encuentran, se cantan... pero no pelean, eso no lo hacen las princesas.

En cuanto al aspecto técnico de la película en cada película se invierte en algo: el pelo, los rizos, el agua... en esta ocasión es la nieve pero técnicamente ya estamos acostumbrados a un gran nivel en casi todo lo que sale de Disney por lo que es algo secundario, añadiendo que tampoco es que haya ninguna escena espectacular... Pero ¿qué estoy diciendo? ¿Espectacular? Princesas cursis cantando, ¡eso es lo que vende! Cuando ves una película cursi de princesas no puedes esperar que haya ninguna escena que te deje boquiabierto por su espectacularidad, ni acción, ni movimiento.

Si que tuvimos alguna que otra reacción durante la película: risas, pero risa floja de incredulidad cuando arrancaba la cuarta canción en 20 minutos, y boquiabiertos cuando íbamos por la sexta y aplausos cuando íbamos por la octava (no sé si hubo tantas pero se hizo eterno). No sé si es culpa del doblaje pero las canciones, además, son malas y repetitivas tanto que durante semanas te pasas tarareando, desafinando todo lo posible, algunos versos mientras te ríes de lo mala que es por no llorar.

Cuando termina te quedas embobado delante de la pantalla sin saber muy bien por qué pensaste que sería otra cosa e intentado averiguar como recuperar este tiempo de tu vida que ha pasado dejando una profunda huella en tu corazón de princesas, muñecos de nieve absurdos (que no divertidos) y canciones, canciones y canciones...