Lo peor de la película es que todas las coincidencias que se dan en ella y la falta de iniciativa del único personaje que puede ver la hace poco creíble. Porque qué espectador se creería que en pleno siglo XXI y en un país occidental se reaccione ante una epidemia aislando sin más a unos afectados que van creciendo en número, sin enfermeros y ningún tipo de control, salvo el militar, que pinta más bien poco, qué se supone que hacen unos militares cargados de armas ¿intimidar al personal? ¡pero si son ciegos!, no ven si tienes fusiles o pistolas de agua.
Y el personaje de Julianne Moore, el único que conserva la vista, es que te saca de quicio, parece que no tiene sangre en las venas. Cuando los salidos de la sala 3 empiezan a desvariar y se esfuma cualquier rasgo de la poca moralidad que pudieran tener, ¿por qué el personaje de Moore no hace nada?, incluso "consiente" que la violen, ¡por favor! cualquier mujer en su situación se arma con un objeto contundente que tenga a mano y comienza una masacre.
En definitiva que no hay por donde cogerla, no se la recomiendo a nadie que no tenga tendencias sadomasoquistas.