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Voto de Meinster:
3
Comedia. Drama. Thriller En 1937, en plena guerra civil, tropas republicanas irrumpen en un circo, durante el espectáculo, con el objetivo de reclutar a sus empleados para luchar contra las tropas nacionales. Mucho tiempo después, en los últimos años del franquismo, dos payasos (Carlos Areces y Antonio de la Torre) luchan por el amor de una atractiva trapecista (Carolina Bang). (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta película Álex de la Iglesia realiza una metáfora de España, así como un homenaje al cine y especialmente al suyo propio, supone, además, un regreso a sus orígenes después de las fallidas 800 balas y Crimen ferpecto y de la simpática, pero impersonal, Los crímenes de Oxford.

Pero el resultado es, sorprendentemente, decepcionante.
La película está llena de buenas ideas, como pueden ser que la protagonicen dos payasos o esa metáfora en la que no deja títere con cabeza ya sea de un bando, del otro o de ninguno, aunque, por desgracia, realizada de una forma muy tosca. Pero las buenas intenciones no construyen una película y aunque su punto de partida es original e interesante, el resultado es pésimo.

El guión que firma de la Iglesia, por vez primera sin la compañía de Jorge Guerricaechevarría, no consigue crear una película consistente, se limita a ser meros sketches mal hilados entre ellos, en los que el espectador ha de "inventarse" lo sucedido de una secuencia a la siguiente, pues la continuidad es pésima, debido probablemente al guión, pero el montaje no ayuda lo más mínimo, pareciendo que se ha dejado mucha película en la sala de edición.
La situación de la película en un determinado momento histórico, resulta patéticamente realizado y la correspondencia entre imágenes reales y de ficción, dignas de una mala teleserie.
La relación entre los personajes carece de sentido, así como los personajes mismos, y no solo los protagonistas, también los secundarios están mal desarrollados.
La película se limita a saltar de una idea a otra sin sentido e incluso estas ideas están mal contadas tanto por guión como, y resulta más doloroso, por dirección.

La fotografía digital está haciendo mucho, pero que mucho daño, al cine, una muestra es la de esta película, un quiero y no puedo, en todo momento prácticamente primerísimos planos, cuando no le da por la epilepsia, mientras que esta cinta requería una fotografía completamente distinta, más abierta para poder apreciar la fisicidad de los personajes, aparte el tratamiento del color, en el cuál se prescinde del rojo cuando debería ser el color imperante en el film (y pensar que es el mismo autor de la estupenda fotografía de Los crímenes de Oxford). En definitiva la fotografía le da un aspecto artificioso y de "cartón piedra" que perjudica al film y sumado a los, deficientes, efectos especiales digitales confieren a la cinta más aún ese aspecto de película amateur, en la que se parte de buenas ideas pero no se sabe realizar un guión, ni poner la cámara para contar lo que se quiere como se debiera.

Destaca, por positivo, el gran trabajo de Carlos Areces con un personaje tan mal redactado.

(Sigo en spoiler sin revelar detalles del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Meinster
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