Parecía entretenido hacer una película de terror sin "monstruo" físico. El fantasma travieso al que le gusta abrir ventanas, muebles y puertas, apagar y encender luces vuelve a aparecer para cachondearse un rato de una pobre familia.

La película realmente se pone interesante en la última media hora, el resto de la película te sientes como si estuvieras trabajando en el parking de un centro comercial, observando imágenes estáticas un rato tras otro y, cuando se mueve algo, se debe suponer que es un espíritu, pues hay que tener imaginación.

Por cierto, sin querer entrar en spoliers, el final de la película es preocupantemente parecido al de REC.

Resumiendo, no me siento a ver una película en la que sólo me entretienen media hora y el resto se dedican a exponerme imágenes estáticas sin ningún aliciente. Vamos, que si dispones de poco tiempo con que la pongas a partir del minuto 50 no te pierdes nada.

Lamentándolo mucho, no puedo aprobar la película. Le doy un 4.