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Voto de Gorthor:
10
Voto de Gorthor:
10
8.4
100,288
Drama. Romance
Años 40. A consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gente de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo, que presionaba a la autoridades francesas al mando del corrupto inspector Renault. En este caso, el objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la ... [+]
15 de agosto de 2010
15 de agosto de 2010
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora tengo 21, pero cuándo era más joven, me podían los prejuicios y era un gilipollas me daba miedo sentarme a ver Casablanca.
La cinta la tenía por casa de toda la vida y era la joya de la corona de mi padre. Siempre me decía que la viera y yo, pobre de mí, le decía que no iba a ver una película en blanco y negro. Que me iba a aburrir.
En primero de carrera, un día de bajón, me dije, voy a hacerle caso a mi padre. Me senté y después de meterme tres bolsas de pipas y no quitar el ojo de la pantalla y mandar a tres amigos a tomar por el saco apagué el monitor. Me tumbé en la cama y estuve diez minutos mirando al vacío.
Bogart es un señor. Ingrid está preciosa. Los diálogos son más viperinos e inteligentes que los artículos de Reverte. El guión... el guión es El Guión.
Esta crítica estará de las últimas, ya lo sé. Pero tenía que contarle al mundo qué sentí al ver Casablanca.
La cinta la tenía por casa de toda la vida y era la joya de la corona de mi padre. Siempre me decía que la viera y yo, pobre de mí, le decía que no iba a ver una película en blanco y negro. Que me iba a aburrir.
En primero de carrera, un día de bajón, me dije, voy a hacerle caso a mi padre. Me senté y después de meterme tres bolsas de pipas y no quitar el ojo de la pantalla y mandar a tres amigos a tomar por el saco apagué el monitor. Me tumbé en la cama y estuve diez minutos mirando al vacío.
Bogart es un señor. Ingrid está preciosa. Los diálogos son más viperinos e inteligentes que los artículos de Reverte. El guión... el guión es El Guión.
Esta crítica estará de las últimas, ya lo sé. Pero tenía que contarle al mundo qué sentí al ver Casablanca.