El episodio comienza dando algunas referencias interesantes sobre el origen y trayectoria de la comida rápida, pero poco a poco va sustituyendo los datos contrastables por opiniones del estilo "se cree que...", "se dice que...". Pronto las escasas críticas desaparecen y dan paso a la aceptación y reconocimiento de ese tipo de alimentación (la comida basura), haciendo publicidad incesante "de su gloriosa expansión y las dificultades que triunfalmente ha ido superando". Finalmente, el documental da por completo la vuelta a la tortilla y termina por aplaudir este sistema de comida rápida, elogiando sus virtudes y (casi) vitoreando lo mucho que escuchan y cuidan al consumidor, así como celebrando la cantidad de puestos de trabajo que genera ¡y hasta presumen de la precariedad de los contratos que se realizan! Un lavado de cara brutal y una auténtica verguenza, vamos.
Y es que... ¿Quién está detrás de este tipo de documentales? ¿Cuál es su VERDADERO objetivo? Realmente, leyendo cualquier noticia de cualquier periódico relacionado con el tema, se obtiene mucha más información y mucho más veraz que la que se expone en esta serie. Y además, sin el peligro inminente de la intoxicación informativa que éste contiene.