Interesante serie documental de la HBO, en dos largos capítulos que desgranan la implicación de los servicios de inteligencia rusos en diversos acontecimientos que pudieron afectar al resultado de las elecciones de Estados Unidos de 2.016, donde Donald Trump se alzó como vencedor. Gibney muestra cómo, a través de las redes sociales y de internet, se fue creando un ambiente propicio a la candidatura del candidato republicano, a la vez que se minaba a su oponente.

El director toma partido claramente, aunque de forma muy sutil. Así, esquiva uno de los aspectos más interesantes que se presentan en el documental: la filtración, por parte de Wikileaks, de documentos que probaban que el Comité Nacional Demócrata había beneficiado a Hillary Clinton, en contra de Bernie Sanders, para que fuera proclamada candidata por ese partido. Gibney elude cualquier discusión sobre lo que dichos documentos denunciaban, se centra en que fueron robados por hackers al servicio de Rusia y, prácticamente, señala a Assange como agente al servicio de Putin. Es decir, le parece más preocupante el robo de la información (que sí, que lo es, y mucho) que las prácticas inmorales e ilegales que salieron a la luz. En fin, para eso, prefiero a Michael Moore, que no se anda con tapujos.

Por lo demás, no se puede negar que el documental está bien hecho y es exhaustivo. Casi diría que es imprescindible.