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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Cine negro. Intriga Un capo de la mafia decide apoyar en las elecciones a un candidato reformista. Su hombre de confianza piensa que ha tomado esta decisión porque se siente atraído por la hija del político. Todo se complica cuando el hijo del candidato es asesinado y todas las sospechas recaen sobre el gángster. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2013
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me interesé por este film a raíz de leer que los Coen se habían inspirado en la novela en de Dashiel Hammett, ‘The Glass Key’ (1931) para ‘Muerte Entre Las Flores’, en que se basa, recuerda el relato muy vagamente, es un irregular esbozo de la Obra Maestra de los hermanos. Me ha resultado un thriller de cine negro mal estructurado, con situaciones chirriantes, que supongo vendrán dadas por un mal montaje o un mal guión. No es que no me haya gustado es que me ha sido superficial, trivial en su propuesta. En 1935 ya se hizo otra versión. Akira Kurosawa dijo que se inspiró en la novela para su clásico ‘Yojimbo’.
El escenario es una ciudad cualquiera en los años 40, Ed Beaumont (insípido Alan ladd) es la fiel mano derecha de de Paul Madvig (buen Brian Donlevy), el corrupto jefe de la Liga de Votantes Locales, ante las nuevas elecciones a Gobernador decide apoyar a un líder reformista, Ralph Henry (correcto Moroni Olsen), Ed piensa que se equivoca pues Paul solo le da su soporte porque está enamorada de su hija Janet (bella Veronica Lake) y obvia que Ralph luchará contra los negocios ilegales como el alcohol y el juego, por ello se enfrenta a un mafioso, Nick Varna (correcto Jseph Calleia), que si gana este político dejará de tener protección policial. Las cosas se complican pues la hermana de Paul, Opal (correcta Bonita Granville) se ve con un bala perdida hermano de Janet, Taylor (Richard Denning), este es encontrado asesinado y el máximo sospechoso es Paul, Ed decide poner todo su ingenio en pos de salvar a su amigo de la fatal acusación, por ello se verá envuelto en unos cuantos problemas que incluyen una brutal paliza que le sacude un sádico Jeff (buen William Bendix ), ello a pesar de que Ed ese siente atraído por una maquiavélica Janet, Nick Varna utilizará todo su poder, incluida la prensa local por medio del editor Clyde Matthews (Arthur Loft) para destruirlo y de paso hundir a su candidato Ralph Henry.

No he leído el libro, pero lo que es la cinta discurre a trompicones, como si le faltaran elementos narrativos necesarios para comprender situaciones que se suceden sin lógica de continuidad, ello disminuye la capacidad de emoción, la capacidad de empatía, y es que el comportamiento de los personajes es errático, dan tumbos sin sentido, son buenas escenas mal cohesionadas. Los personajes son más planos que una mesa, Alan Ladd demuestra por enésima vez lo mediocre actor que es, un blandito sin carisma, no valdría ni para sostener el sombrero de Bogart, un ser inane que resta siempre puntos con su banal presencia. El ritmo narrativo es demasiado trepidante para dejar lugar al desarrollo mínimo de los personajes, que nos quedan como esbozos cuasi-caricaturescos.

El guión de Jonathan Latimer (‘El Reloj Asesino’) es un desbarajuste a la hora de evolucionar el relato, solo parece estar cómodo a la hora de colocar buenos diálogos propios del cine negro pero al estar al servicio de una historia tan desestructurada carecen de la mínima fuerza. Botón de muestra es el tramo que sucede en la casa del editor periodístico, donde acontece un adulterio de lo más surrealista por lo naif que resulta todo. Tampoco ayuda a su hondura que se cambiara el final del libro para dulcificarlo quedando una conclusión chapucera que roza el insulto a la inteligencia (spoiler). Pretende criticar las connivencias entre mafia, política y prensa pero lo hace de una forma torticera, y de una ambigüedad malsana al elogiar subrepticiamente a unos corruptos. Asimismo se tratan temas como la amistad, la traición, la lealtad, el sentido del deber. Del relato rezuma la misoginia típica del cine negro, con un puñado de femme fatales.


Una de las bazas de los productores fue aprovechar el tirón comercial que tenía una pareja de moda Veronica Lake y Alan Ladd que en el año 1942 estrenaron con mucho éxito ‘El Cuervo’, ella si llena la pantalla con ese look tan singular y una belleza cuasi felina que fascina, pero él fue un pasmarote sin gracia ni carácter, una estrellita plúmbea que cayó en gracia, todavía harían otras dos películas más juntos, ‘La Dalia Azul’ y ‘Saigon’. Tampoco ayuda su nada creíble historia de amor, la química entre ellos es nula.

Virtudes tiene algunas como la notable fotografía en glorioso blanco y negro de Theodor Sparkuhl (‘Beau Geste’), que juega ingeniosamente con los contraluces y los claroscuros, y regalándonos una pionera secuencia cenital de un tipo cayendo por una ventana al vacio y atravesando un techo de cristal. Como escenas sobresale una sádica escena en que Jeff atiza una brutal paliza a Ed que está amarrado.

En conjunto queda en una pasable muestra de cine negro. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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