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Voto de TOM REGAN:
6
Voto de TOM REGAN:
6
7.2
6,125
Bélico
Christian Diestl (Marlon Brando) es un teniente del ejército alemán que ama a su país, pero guarda serias dudas con la guerra que comienza a abrirse camino. Noah Ackerman (Montgomery Clift) es un soldado americano que sufre las presiones de sus propios compañeros y jefes, pero está dispuesto a defender lo que es justo a como dé lugar. Ambos se enamoran de chicas con carácter, y esto también sirve de acicate para mantener el impulso de ... [+]
9 de septiembre de 2015
9 de septiembre de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
135/12/18/08/15) Apreciable film antibélico de Edward Dmitryk, de los primeros en que se daba personalidad y alma a los soldados alemanes, no siendo caricaturas, intentando dar un enfoque equilibrado de estos, queriendo mostrarnos el cómo personas normales se vieron arrastradas en la vorágine nazi, hay que darle la licencia de su contexto. Se hizo trece años después de acabada la Segunda Guerra Mundial, y quizás los vencedores se sentían con la perspectiva del tiempo pasado en la obligación de humanizar de algún modo al antiguo enemigo, queriendo hacernos ver que no todos los germanos eran nazis, que no todos los soldados con la esvástica eran nazis, que había buenos alemanes “engañados”, especie de rehabilitación de la sociedad alemana en la que se nos quiere hacer ver que parte de ella era noble y no viles sanguinarios desalmados, también había que resarcir al pueblo alemán ante tanto film en que se los demonizaba, sobre todo teniendo en cuenta que USA y la Europa Occidental estaba en plena Guerra Fría, y la RFA era un pilar básico contra la URSS y sus satélites tras el Telón de Acero. El guión es de Edward Anhalt (“Becket”), adapta con libertad (relato los cambios más relevantes en spoiler) la novela “The Young lions” (1949) del dramaturgo neoyorkino Irwin Shaw (“Deseo bajo los olmos” u “Hombre rico, hombre pobre”), que se inspiraba en sus propias experiencias como oficial estadounidense durante la WWII, era judío como uno de los protagonistas de la historia. Asimismo es de los primeros films que se trata el tremebundo tema de los campos de Exterminio nazis. Fue un gran éxito comercial, obteniendo tres Oscars, fotografía, sonido y música. Sinopsis omitida.
Es un film en el que se intenta dar algo de dignidad a los alemanes, se les muestra en situaciones cotidianas, amables, confraternizando con mujeres, intentan motivar sus comportamientos (erróneos), visto hoy día resulta algo irregular, cojea por la parte de la mirada americana, demasiado blandita, el tema valiente en principio del antisemitismo de los propios americanos queda un poco naif, y esta subtrama de Noah queda demasiado similar a la de Prewitt en “De aquí a la eternidad”, además con el mismo actor interpretándolo, la de Michael resulta regularmente expuesta, no te crees a Dean Martin en este rol, se demasiado despreocupado para entender su mundo interior en el que se debería exteriorizar su lucha entre su cobardía y su sentido del deber. Al ver el film se siente que este mosaico de situaciones a uno y al otro lado del frente de guerra queda muy descompensado, uno lo que desea al ver el film es que se detengan más tiempo en el lado alemán mucho más rico en matices y aristas.
Historia de marcado carácter pacifista, que nos habla del honor, de la cobardía, de la xenofobia, sobre todos los males que acarrea la Guerra, explora a varios personajes micro para dar una visión macro del conflicto y de la gente de abajo que guerreo en la WWII, se quiere dar una proyección existencialista de las dudas y resquemores de estos protagonistas, sus miedos, esperanzas, desilusiones, gente común arrastrada a la batalla por diferentes motivos, el alemán por idealismo mal entendido, Noah al parecer por reconocimiento, y Michael peleando contra sus sentimientos, se queda escasa en este sentido, no logra hondura, se queda cortita, el relato intenta ocupar demasiado espacio, esto entorpece la fluidez, siendo los personajes construidos a base de líneas tópicas, escasamente perfiladas, donde las elipsis entorpecen la comprensión y abundan en cierto modo cliché, entendiéndose medianamente algunos comportamientos. En una cinta que se supone en contra de la guerra no se habla de los motivos de esta. Tampoco ayudan sus exiguas escenas de guerra, excepto el tramo del Norte de áfrica el resto se sienten como trifulcas sin entidad alguna. Todas estas taras se podrían haber pulido eliminado todo lo referente a los americanos, y dentro de esta subtrama de los dos americanos brilla aún más por su nulo peso emocional sus romances, pesos muertos que rozan la cursilería, incluso como bien he leído se repiten las mismas situaciones añadiendo la de Christian con la francesa, la mujer se enfada con el hombre (Michael, Noah y Christian) y termina besándolo, remarco que con únicamente el lado teutón habría habido más solidez y no la dispersión que reluce el argumento, que avanza a trompicones, se podría haber ahondado en las contradicciones de los personajes, en su derrumbe moral, en su agonía interna, en la odisea vital que se atisba pero no se profundiza de Christian.
El elenco actoral de principio chirría, se nota son personajes para jóvenes, y estos actores están ya más que tayuditos, resultan de inicio forzados. Marlon Brando de rubio platino está en su línea de enorme actor que transmite con solo una mirada, hablando genuinamente con acento alemán, sabe transmitir el arco de desarrollo que es su rol, del idealismo, la esperanza, la ilusión, la incomprensión, el hastío, a la rabia, y el colapso emocional, el ejemplo del hombre de nobles e íntegros pensamientos que se ve arrollado por un tsunami de patriotismo mal entendido, tan humanizable hizo a su Christian que fue criticado. Montgomery Clift es el que parece mayor de todos (es el primer papel tras su famoso accidente de coche que le causo parálisis facial parcial), a pesar de esto da bien con el tipo retraído, pero con mucho coraje, obstinado y testarudo, aún así me falta más introspección para saber de dónde le viene tanta tortura interior, tanto sufrimiento que deja entrever, y lo dicho, un calco de su Prewitt. Fue la única vez que coincidieron en un film Brando y Clift, dos símbolos del método del Actor’s Studio, aunque no comparten escena alguna...(sigue en spoiler)
Es un film en el que se intenta dar algo de dignidad a los alemanes, se les muestra en situaciones cotidianas, amables, confraternizando con mujeres, intentan motivar sus comportamientos (erróneos), visto hoy día resulta algo irregular, cojea por la parte de la mirada americana, demasiado blandita, el tema valiente en principio del antisemitismo de los propios americanos queda un poco naif, y esta subtrama de Noah queda demasiado similar a la de Prewitt en “De aquí a la eternidad”, además con el mismo actor interpretándolo, la de Michael resulta regularmente expuesta, no te crees a Dean Martin en este rol, se demasiado despreocupado para entender su mundo interior en el que se debería exteriorizar su lucha entre su cobardía y su sentido del deber. Al ver el film se siente que este mosaico de situaciones a uno y al otro lado del frente de guerra queda muy descompensado, uno lo que desea al ver el film es que se detengan más tiempo en el lado alemán mucho más rico en matices y aristas.
Historia de marcado carácter pacifista, que nos habla del honor, de la cobardía, de la xenofobia, sobre todos los males que acarrea la Guerra, explora a varios personajes micro para dar una visión macro del conflicto y de la gente de abajo que guerreo en la WWII, se quiere dar una proyección existencialista de las dudas y resquemores de estos protagonistas, sus miedos, esperanzas, desilusiones, gente común arrastrada a la batalla por diferentes motivos, el alemán por idealismo mal entendido, Noah al parecer por reconocimiento, y Michael peleando contra sus sentimientos, se queda escasa en este sentido, no logra hondura, se queda cortita, el relato intenta ocupar demasiado espacio, esto entorpece la fluidez, siendo los personajes construidos a base de líneas tópicas, escasamente perfiladas, donde las elipsis entorpecen la comprensión y abundan en cierto modo cliché, entendiéndose medianamente algunos comportamientos. En una cinta que se supone en contra de la guerra no se habla de los motivos de esta. Tampoco ayudan sus exiguas escenas de guerra, excepto el tramo del Norte de áfrica el resto se sienten como trifulcas sin entidad alguna. Todas estas taras se podrían haber pulido eliminado todo lo referente a los americanos, y dentro de esta subtrama de los dos americanos brilla aún más por su nulo peso emocional sus romances, pesos muertos que rozan la cursilería, incluso como bien he leído se repiten las mismas situaciones añadiendo la de Christian con la francesa, la mujer se enfada con el hombre (Michael, Noah y Christian) y termina besándolo, remarco que con únicamente el lado teutón habría habido más solidez y no la dispersión que reluce el argumento, que avanza a trompicones, se podría haber ahondado en las contradicciones de los personajes, en su derrumbe moral, en su agonía interna, en la odisea vital que se atisba pero no se profundiza de Christian.
El elenco actoral de principio chirría, se nota son personajes para jóvenes, y estos actores están ya más que tayuditos, resultan de inicio forzados. Marlon Brando de rubio platino está en su línea de enorme actor que transmite con solo una mirada, hablando genuinamente con acento alemán, sabe transmitir el arco de desarrollo que es su rol, del idealismo, la esperanza, la ilusión, la incomprensión, el hastío, a la rabia, y el colapso emocional, el ejemplo del hombre de nobles e íntegros pensamientos que se ve arrollado por un tsunami de patriotismo mal entendido, tan humanizable hizo a su Christian que fue criticado. Montgomery Clift es el que parece mayor de todos (es el primer papel tras su famoso accidente de coche que le causo parálisis facial parcial), a pesar de esto da bien con el tipo retraído, pero con mucho coraje, obstinado y testarudo, aún así me falta más introspección para saber de dónde le viene tanta tortura interior, tanto sufrimiento que deja entrever, y lo dicho, un calco de su Prewitt. Fue la única vez que coincidieron en un film Brando y Clift, dos símbolos del método del Actor’s Studio, aunque no comparten escena alguna...(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dean Martin (otro muy mayor para el rol) hace de un cantante frívolo y cobarde que se siente atacado por su sentido del deber, pues todo esto queda malamente exhibido por un actor fuera de lugar, le queda muy grande el personaje, un tipo que debería haber sido más rico en matices, queda muy plano dando bandazos, y siempre con rostro de embaucador. Maximilian Schell realiza una muy sentida actuación, vigorosa, carismática y de fuerte carácter. Parley Baer da una muy buena y simpática encarnación de un alemán despreocupado, alejado de cualquier ideología. Hope Lange resulta una muy enternecedora presencia, aporta poco. La actriz franco-italiana Liliane Montevecchi dota de tridimensionalidad a su Francisca. La mejor de las actrices es la bellísima sueca May Britt, que con apenas dos escenas deja una gran huella de femme fatale, sibilina y manipuladora.
La puesta en escena es correcta, con buena dirección de arte Addison Hehr (“La Conquista del Oeste”) y Lyle R. Wheeler (“Lo que el viento se llevó”) rodándose en multitud de escenario, el desierto de Mojave (Arizona, USA), haciendo de Norte de África, Bas-Rhin (Alsacia, Francia) para el campo de concentración Natzweiler, en Berlín, en París, Estrasburgo (Alsacia)y los jardines del Castillo de Chantilly (Francia) para el parque parisino, ofreciendo un gran grado de realismo, potenciado por la notable fotografía de Joseph MacDonald (“Viva Zapata!), rodada en Cinemascope, en glorioso b/n para relazar el tono de autenticidad, con una tonalidad grisácea, cercana al documental, y esto adornado por la buena música de Hugo Friedhofer (“Arsénico por compasión”), sabiendo jugar con los diferentes ambientes, añadiendo un tema para cada protagonista, acunando la acción de modo suave, sin abusar.
Hay un elemento que cruje bastante, y es que los alemanes hablen en inglés.
Spoiler:
Momentos recordables: La impactante visión de los americanos al liberar un campo de concentración, abren un barracón y ven a un gran grupo de prisioneros con los “famosos” trajes a rayas, desde entonces se han visto mejores recreaciones, pero hay que tener en cuenta que esta es probablemente la primera en cine; Hay alguno más pero el límite de caracteres...
Los cambios más destacados entre el libro de Irving Shaw y el film: En el film, el alemán Christian se retrata con más simpatía, es un hombre decente engañado, en lugar de ser seducido y corrompido por los gobernantes nazis, se desilusiona cada vez más y renuncia a la causa nazi en el tramo final, en la novela Christian es un buen hombre que a medida que avanza la trama se convierte en un ferviente nazi que se endurece cada vez más por las experiencias; En la confrontación final de novela, Christian tiende una emboscada a dos soldados estadounidenses (Michael y Noah), dispara primero y mata a Noah y luego es asesinado por Michael, en el film, Christian, tras haber destrozado su arma irritado tras ser testigo de los horrores campo de concentración, es avistado mientras vaga por el bosque por dos soldados americanos (Michael y Noah) y es baleado por ellos sin mediar palabra, dejándolo allí tirado, esto en el enfoque revisionista hacia los alemanes es como un acto (cristiano) de expiación de sus pecados, incluso Marlon Brando quiso que al morir su personaje adoptara la pose un crucificado, Montgomery Clift amenazó que si esto ocurría se iba, tampoco era esto del agrado del realizador; Shaw dijo no le gustaban los cambios de su novela en la versión cine, remarcó que se rebajó el antisemitismo que Noah sufre, con respecto a su libro.
En conjunto, sumado lo bueno y malo, añadiendo el plus valentía por los temas tocados me da una interesante propuesta, pero arrugada por el inexorable paso del tiempo que le ha deshilachado las costuras. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/el-baile-de-losmalditos.html
La puesta en escena es correcta, con buena dirección de arte Addison Hehr (“La Conquista del Oeste”) y Lyle R. Wheeler (“Lo que el viento se llevó”) rodándose en multitud de escenario, el desierto de Mojave (Arizona, USA), haciendo de Norte de África, Bas-Rhin (Alsacia, Francia) para el campo de concentración Natzweiler, en Berlín, en París, Estrasburgo (Alsacia)y los jardines del Castillo de Chantilly (Francia) para el parque parisino, ofreciendo un gran grado de realismo, potenciado por la notable fotografía de Joseph MacDonald (“Viva Zapata!), rodada en Cinemascope, en glorioso b/n para relazar el tono de autenticidad, con una tonalidad grisácea, cercana al documental, y esto adornado por la buena música de Hugo Friedhofer (“Arsénico por compasión”), sabiendo jugar con los diferentes ambientes, añadiendo un tema para cada protagonista, acunando la acción de modo suave, sin abusar.
Hay un elemento que cruje bastante, y es que los alemanes hablen en inglés.
Spoiler:
Momentos recordables: La impactante visión de los americanos al liberar un campo de concentración, abren un barracón y ven a un gran grupo de prisioneros con los “famosos” trajes a rayas, desde entonces se han visto mejores recreaciones, pero hay que tener en cuenta que esta es probablemente la primera en cine; Hay alguno más pero el límite de caracteres...
Los cambios más destacados entre el libro de Irving Shaw y el film: En el film, el alemán Christian se retrata con más simpatía, es un hombre decente engañado, en lugar de ser seducido y corrompido por los gobernantes nazis, se desilusiona cada vez más y renuncia a la causa nazi en el tramo final, en la novela Christian es un buen hombre que a medida que avanza la trama se convierte en un ferviente nazi que se endurece cada vez más por las experiencias; En la confrontación final de novela, Christian tiende una emboscada a dos soldados estadounidenses (Michael y Noah), dispara primero y mata a Noah y luego es asesinado por Michael, en el film, Christian, tras haber destrozado su arma irritado tras ser testigo de los horrores campo de concentración, es avistado mientras vaga por el bosque por dos soldados americanos (Michael y Noah) y es baleado por ellos sin mediar palabra, dejándolo allí tirado, esto en el enfoque revisionista hacia los alemanes es como un acto (cristiano) de expiación de sus pecados, incluso Marlon Brando quiso que al morir su personaje adoptara la pose un crucificado, Montgomery Clift amenazó que si esto ocurría se iba, tampoco era esto del agrado del realizador; Shaw dijo no le gustaban los cambios de su novela en la versión cine, remarcó que se rebajó el antisemitismo que Noah sufre, con respecto a su libro.
En conjunto, sumado lo bueno y malo, añadiendo el plus valentía por los temas tocados me da una interesante propuesta, pero arrugada por el inexorable paso del tiempo que le ha deshilachado las costuras. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/el-baile-de-losmalditos.html