067/29(22/02/10) Amenábar nos ofrece su trabajo menos sólido hasta la fecha, su producción más cara no ha resultado ser la Obra Maestra que él pretendía, todo lo accesorio al film resulta maravilloso, como es la estética, es decir, los decorados son espectaculares, recordando a los grandes péplums de la historia, la fotografía es excelente en su uso de transmitirnos el ambiente imperante, el vestuario es extraordinario utilizándose como elemento definitorio de la personalidad de la gente, pero donde falla es donde el realizador no lo había hecho hasta ahora, pues su fresco histórico de denuncia contra la intolerancia y el fanatismo religioso te deja frío, no te emociona, no te arrastra los sentimientos hacia donde la cinta desea, es un quiero y no puedo, convirtiéndose la narración un lento devenir hacia una tragedia que no conmueve. El pulso narrativo resulta tedioso, todo se mueve de forma cansina con personajes que no evolucionan. La protagonista Rachel Weisz (Hipatia) pretende poner un carisma que no se refleja en pantalla, no se describe de un modo profundo, lo único que se nos muestra es una lucha por demostrar cómo se mueve la tierra y el sol, sin peso alguno, un estudio que por momentos roza el ridículo, por cierto hecho no demostrado históricamente, cuando lo más conocido de ella es sus estudios filosóficos, por lo demás sabemos más de ella, únicamente su dignidad al no querer cristianizarse a la fuerza. Es un bluff, un globo muy, muy, muy hinchado, muy bonito por fuera, de bonitos colores, pero por dentro solo aire, es la nada, resulta hueco, no te cala esta ‘Ágora’, deriva en lo inane. Por cierto, Amenábar debería ir mirándose lo de su odio al Cristianismo, en ‘Abre los ojos’ dejó grandes muestras de su tirria y en esta todo se construye sobre esta inquina. Recomendable a los incondicionales del director, entre los que me cuento, este tropiezo no menoscaba mi ‘Fe’ en él. Fuerza y honor!!!