Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama. Thriller. Acción Horas después de la trágica muerte de un menor a manos de la policía, estalla una revuelta violenta en un barrio francés. Los disturbios se intensifican mientras la vida de tres hermanos se ve sumida en el caos. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2023
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
54/26(26/02/23) Irregular thriller francés, aunque muy atractivo visualmente, deja huella desde su impresionante inicio con un plano-secuencia que recordarás por siempre por su vigor, su modo prodigioso de cambiar de punto de vista, una coreografía Homérica, consigue hacernos partícipes de estar allí con este comienzo de una Revolución, en vez de la toma de la Bastilla es la toma de una comisaría, espectaculares 12 minutos, ya de por sí hacen recomendable el resto de la película. Dirige Roamin Gavras (conocido por videos musicales para artistas como Justice, M.I.A. o Kanye West; y spots publicitarios, hijo de Costa Gavras), a partir de un guion propio junto a Ladj Ly y Elias Belkeddar, dando la sensación de ser la continuación del film de Ly de 2019 “Les Miserables”, acabando esta en un impasse pre-apocalipsis, esta lo desarrolla, en lo que es una reflexión sin respuestas a la complicada situación de muchos barrios franceses que funcionan como guetos, a partir de bocetos estéticos que recuerda a obras de Hieronymus Bosch. Argumento con efluvios a las carpentianas “Asalto a la comisaría del distrito 13” y “1997: Rescate en Nueva York”, e incluso al más reciente film “‘71” (2014).

Expone a estos barrios como polvorines a punto de estallar, donde el racismo, la falta de oportunidades, la desigualdad, es caldo de cultivo para que en cuanto se les da una razón explotan, ejemplificando la grieta que hay en la sociedad francesa. Ello con una evolución con trepidante brío, con furia, con electricidad constante, ayudado por la sensación e contrrareloj que se emite, aconteciendo todo en un corto espacio de tiempo de un día y una noche. Un fresco enardecedor del caos palpitante en la sociedad de extrarradio. Se expande sobre un elato de hermanos enfrentados, cada uno de los tres que vemos representa un modo diferente de afrontar la vida: Abdel (Dali Benssalah) el hijo bueno, el que ha tomado el camino recto, el noble, el que intenta mediar y poner cordura, ello desde las raíces francesas, su abuelo luchó con Francia en las batallas coloniales. El actor me resulta vibrante, pero algo sobreactuado; Karim (Sami Slimane), el joven noble, chico orgulloso, con carácter de líder mesiánico, atrapado por el sentido de la venganza, se siente oprimido y quiere responder con el ojo por ojo. Ello en una actuación sensacional desplegando un aura de Mesías arrollador; Y Moktar (Ouassini Embarek), el que eligió dar la razón a los que ven en los ven como portadores del Mal. Es el actor que menos presencia tiene de los tres, me falta algo más para saber sus motivaciones, pues estas son muy pobres, deja buena impronta en su nervio y fulgor.

Sumergiéndonos en un clima de violencia atávica fruto de la testosterona (en la historia las mujeres son marginales o inexistentes, solo aparece la madre de los hermanos y la hermana en un funeral, sin carácter), una experiencia inmersiva con claras resonancias a tragedia griega (no es casual el ficticio nombre del barrio titular Atenas), donde el banlieue (término francés con el cual se denomina la periferia de las grandes ciudades) se erige en especie de Troya al que los griegos/policías deben tomar. Una batalla furibunda entre los organizados policías anti disturbios (incluso con formaciones en escudo de tortuga que provienen de las legiones antiguas romanas) y las hordas de rebeldes con sus artesanales tubos para disparar, o los incendiarios cocteles molotov. Todo ello el director tiene la valentía de mostrarlo sin juzgar, sin posicionarse, haciéndonos ver las debilidades de unos y otros, el salvajismo de unos y otros, del callejón sin salida que es la situación. Da alma al otro lado, a los antidisturbios, vistos en muchas ocasiones como hordas de entes sin rostros, aquí se le da alma a través de Jérôme (Anthony Bajon), un joven antidisturbios al que se ve principiante, temeroso, retraído, hasta quedar atrapado aislado en Atenas, en un tramo aterrador internta huir, camuflarse, pero al final es descubierto.

En su epílogo el director quiere ser ingenioso y me resulta facilón (*spoiler), no hacía falta (más bien lo contrario), el dar esa coda facilona. Quiere poner faz al mal, dar una respuesta sencilla a un problema complejo y la caga.

El gran protagonista del film no son unas muy buenas actuaciones de los actores protagonizada por Dali Benssalah, Sami Slimane, Anthony Bajon, Ouassini Embarek y Alexis Manenti, todas radiantes de rabia y visceralidad, emitiendo dolor e ira. Pero el gran Tótem de la película es la cámara del DP Matias Boucard (“Jacques”), sublime en sus movimientos que desafían la gravedad, fluyendo entre los personajes, entre las multitudes, entre el belicismo, de forma apoteósica, con una galería de planos secuencia arrolladores, apabullando desde el arranque desgarrador, combinado primeros planos, subjetivos, tomas panorámicas, soberbios travellings, en lo que es una labor sibarita. Serpenteando tras la nuca de los protas, cámara en mano tras ellos, en picados, contra picados, por los angostos pasillos, por las escaleras, entre el fuego, el humo, los gases lacrimógenos, los disparos, la barbarie, todo ello para dejar exhausto al espectador que entra de lleno (como yo). Ello ayudado por la impresión de fortaleza inexpugnable que es Athens, con torres que son los edificios de apartamentos, las murallas, la plaza, creando un halo de fortín.

Marcando a fuego el metraje con el ya mencionado inicio que te deja impactado. Seguimos primero a un soldado francés recién regresado de servir en Mali, Abdel (Dali Benssalah), en un primer plano y de nuca en que lo vemos tenso dirigirse a ofrecer unas palabras a los periodistas allí congregados, estamos en una conferencia de prensa del departamento de policía después de la muerte de un adolescente bajo custodia (Idir, hermano pequeño de 13 años de Abdel, fallecido en el hospital, luego de que tres uniformados policías lo golpearon y lo dieron por muerto.), pide justicia, sin reclamar venganza;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow