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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller. Intriga. Acción Harry Lockhart es en esencia un tipo decente. Es cierto que es un ladrón de poca monta que va por la vida con una mezcla no muy sólida de encanto desfasado y optimismo inconsciente, pero quiere hacer lo correcto. La eterna mala suerte de Harry empieza a mejorar cuando él y su socio están haciendo algunas "compras" navideñas fuera de horas en una tienda de juguetes de Nueva York y la alarma de seguridad acaba con la fiesta. En su ... [+]
18 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
17/17(16/01/22) Divertida propuesta en su debut como director del guionista de “Arma Letal”, “El último boy scout” o “El último gran héroe” Shane Black (que también hizo sus pinitos como actor, por ejemplo en “Predator”), aquí por supuesto también escribe basándose parcialmente en la novela de Brett Halliday “Bodies Are Where You Find Them” (1941), pasando este thriller lo por un filtro socarrón, rindiendo tributo a Raymond Chandler dividiendo la película en capítulos que llevan el nombre de los libros de Chandler. Black dijo que era un intento de romper los estereotipos, ya que nunca antes había visto "al tipo gay que patea la puerta, dispara a todos y te patea el culo". Las viejas novelas de detectives fueron una gran influencia, y Black dijo que trató de reinventar el género "usando personajes realistas, en un entorno moderno, pero con el espíritu de los años 50 y 60". Film que comparte su título con una colección de reseñas de películas de la afamada crítica de cine Pauline Kael, siendo un leit-motive un detective ficticio llamado Johnny Gossamer (elemento este que al comentar los mecanismos deux machine de las mismas, están anticipando lo que va a suceder en escena), héroe de innumerables libros de bolsillo de ficción pulp.

Una historia ligera que homenajea al cine negro mezclándole con mirarse el ombligo del mundillo de Hollywood, en un tono muy ochentero, para una comedia negra, paródica, donde se juega con los estereotipos. Teniendo entre sus alicientes una pareja protagonista con mucha química, lo que se llama en el argot de cine un bromance/buddy-movie (en lo que es especialista Shane), los Robert Downey Jr. como Harry y Val Kilmer como Perry, a los que el libreto surte de diálogos afilados e ingeniosos, con constantes juegos de réplicas y contrarréplicas, dos actuaciones esplendidas de frescura y pareciendo disfrutar con lo que hacen. Downey dando vida a un ladrón que se hace pasar por actor y que a la vez se hace pasar por detective, ello con gran sentido de naturalidad (aunque esto se pierde en el tramo final donde se transmuta en Martin Riggs sin mediar nada de por medio), con gran sentido del humor, con buena compenetración con la Monaghan, con la que mantiene chispeantes tiras y afloja (aunque nos quieran hacer pasar que son coetáneos, cuando Robert es diez años mayor y se nota), notable su interpretación de perdedor que se resiste a serlo., con una labia ágil; Kilmer da vida con gran flema al detective, duro, seguro de sí mismo, rígido, pero que deja entrever el aprecio por Harry. Lo de que sea gay es un artificio que se torna en bromas de mal gusto homófobas, en este terreno se mueve mal el guión de Black.

Aderezado el metraje con situaciones estrambóticas que me recuerdan a un loco film antiguo que vi hace poco “Hellzapoppin'” (1941), por lo romper la cuarta pared congelando fotogramas, rebobinados, la voz en off hablando con personajes, y más tramos bizarros (como mezclar en pantalla fotogramas de escenas distintas). Black maneja los típicos recursos de cine negro, como es la voz en off de uno de los protagonistas (en este caso el encarnado por Downey Jr.), que es consciente de estar narrando para una película (algo muy enrevesado), tenemos a un detective cínico (con la originalidad de que es gay, aunque esto es manejado de un modo bastante zafio que debería molestar a la comunidad homosexual), hay asesinatos, fallecidos que aparecen y desaparecen misteriosamente, las casualidades (lo de que Harry encuentre sin buscar no a Sally si no a Harmony, [su amor de juventud] cuando los dos dejaron su pueblucho en Indiana [Iowa u Ohio?] es de traca; o que los dos casos se unan, el de la mujer que contrató a Perry y el de la hermana desaparecida de Harmony [cosa que se anticipó cuando lo comentaron con respecto a las novelas veneradas) una cuasi femme fatale en la figura de la sexy Michelle Monaghan (a la que el director hace para gusto de los heteros pasearse la mayor parte del tiempo en un sensual traje de Mama Noel, ello en una actuación muy vistosa y con personalidad, alejada de la mujer florero), e incluso cual Raymond Chandler tenemos un argumento enrevesado y complicado de seguir, pero como el director se toma lo que acontece con ese clima trivial destensionado tampoco tiene mucha importancia, aquí el jugo está en cómo se cuenta, no en lo que se cuenta (¿?), en la delineación de los protas, en sus numerosos gags (épico el de la meada sobre un cadáver), sus jocosos y electrizantes ‘zascas’, y en sus atractivas escenas de acción (ojo a la última con cierto personaje colgando de cierto elemento sobre la autopista mientras descuelga un arma de cierto lugar para...). Y todo esto con referencias y guiños a la cultura pop desde a Joe Pesci (el indio), Steven Seagal (el punk), o Robocop (perdón Protocop).

La película ya te llama la atención desde sus preciosos títulos de crédito creados por Danny Yount (“A dos metros bajo tierra” o “Blade Runner 2049”), una mezcla entre los de la saga Bond y los creados por el maestro Saul Bass, mediante una trepidante animación en plan cine noir. Para a continuación ofrecer una delirante presentación de personajes durante una nocturna fiesta navideña en Los Ángeles, donde con un enunciado muy de novela negra se nos presenta Harry Lockhart mientras observa un gorro de Papa Noel hundirse en la piscina, "Puede que se pregunten cómo terminé aquí. O tal vez no. Tal vez se pregunten cómo Silly Putty saca cosas de los cómics. El punto es, que no veo otro maldito narrador aquí, así que calla". Entonces entramos en un flash-back, pero el narrador cae en que se ha saltado algo y se reprende a sí mismo, resultando un solaz comienzo cargado de cinismo en las digresiones que el mismo se espeta apoyado en la edición sincopada, muy ingenioso arranque que da el tono de ligereza de lo que veremos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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