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Voto de TOM REGAN:
8
Voto de TOM REGAN:
8
6.4
36,107
10 de septiembre de 2015
10 de septiembre de 2015
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
142/19(27/08/15) Más que interesante y sugestiva ópera prima en la realización de un largo de los realizadores Chad Stahelski y David Leitch, realizadores de segunda unidad en escenas de acción en films como “Matrix”, “300” o “Sherlock Holmes: Juego de sombras”, además de dobles-especialistas (Stahelski fue el doble de Brandon Lee cuando este falleció por “accidente” durante el rodaje de “The Crow”, también lo fue en “Matrix” de Reeves), demuestran tener grandes dotes para la creación de atmósferas, y para la composición fresca de escenas de acción que rezuman originalidad. Es una producción de bajo presupuesto, apenas 20 millones $ que lucen como una superproducción, ayudando unos actores que cumplen con mérito, sobresaliendo un protagonista Keanu Reeves al que el rol le sienta magníficamente para lucirse. Los directores tienen sus referentes en Sergio Leone con su “El bueno, El Feo y El malo” (1966), supongo por lo de los duelos y los tipos profesionales e hieráticos, John Boorman con su “A quemarropa” (1967), por los de los mercenarios, Jean Pierre Melville con “Le samurai” (1970), por lo de la personalidad solitaria de cuasi-ronin del protagonista, John Woo con “The killer” (1989), por lo de la acción sangrienta trepidante. No es una historia original, lo de un asesino retirado que debe volver a matar por venganza, o por la “torpeza” del hijo idiota de un poderoso-mafioso, resulta bastante manido, de hace poco recuerdo “Una noche para sobrevivir”, y de hace más “El último tren a Gun Hill”, pero los realizadores le insuflan chispa novedosa y una vena de humor negro muy estimulante, asimismo no aspiran a más que a hacer un producto entretenido, con el que pases un rato ameno, transportándote a un mundo hiperrealista dominado por una bizarra logia de mercenarios, en lo que es algo muy cercano por su estética a una novela gráfica. Este es uno de esos casos en que se agradece estén preparando una secuela sus directores Stahelski y Leitch.
El guión de Derek Kolstad es de enorme simpleza, no hay giros sorpresa, no intenta hacer introspección mínima de personajes, no se entretiene en diálogos rancios, no engaña, va a lo que va, lo porfía todo, a falta de originalidad, a la creación de un personaje con aura de leyenda, enmarcado en un universo propio, cercano al espíritu comic, donde no existen los buenos, todos son malos, solo que unos más que otros, ello poblado de asesinos con especie de cultura antigua, se mueven con la unidad monetaria de monedas de oro antiguas (doblones), tienen equipos de limpieza para “sanear” las escenas de sus negocios, estilo Sr. Lobo (“Pulp fiction”), tienen un Hotel Santuario, el Continental, lugar de reparaciones y libre de violencia, donde incluso los policías no se extrañan al ver un pasillo repleto de cadáveres, y en este microcosmos John Wick nos es erigido como un ser cuasi-sobrenatural, ello a través de los comentarios de la gente que le conoce que le confiere un aura cuasi-mística diciendo de él que el que se manda a matar al hombre del saco. Pero para llegar hay en el inicio del film lo contrastan con lo que nos espera, vemos a alguien frágil, vulnerable, alicaído, acaba de perder por enfermedad a su esposa, hasta que un camorrista se mete con la persona equivocada, y vemos una de los grandes momentos del film, John Wick con un marro destroza el suelo de su garaje para desenterrar físicamente su pasado, ante nuestros luce este, sus armas y sus doblones de oro, la Bestia ha despertado, o como le apodan el "Boogeyman”, las puertas del Infierno se han abierto.
Es una refrescante propuesta que desempolva el thriller ochentera para darle brillo, aún con sus lagunas en el argumento, sabe taparlas a base de una acción imperialmente diseñada y coreografiada, una acción violenta, desenfrenada, sangrienta, vibrante, adrenalítica, es como montarse en el Dragon Kan, desde que comienza esta apenas da descanso, sumiéndonos en una bacanal de disparos, peleas, explosiones, sangre, muertos, huesos rotos, gimkanas espectaculares, “danzas” de violencia fraguadas de modo enérgico , con un sentido del ritmo endiablado, donde las escenas de acción se encadenan una a otra, la invasión del hogar, la de la habitación del hotel, la del Club Círculo Rojo, la de la Iglesia, la del parking de esta, y más. Las singulares y espectaculares secuencias de acción se inspiran en el cine anime y el de artes marciales, con soberbias y extenuantes coreografías con reminiscencias al manga, donde Wick se convierte en una especie de samurái, en el que cambia la katana por armas de fuego. Wick se mueve por la pantalla de modo armonioso, equilibrado, con movimientos enérgicos, siempre rematando a sus enemigos en la cabeza, sublime, luchas que rezuman innovación, con extraordinarias tomas largas, sumado a esplendidos travellings.
El film detenta un sentido del humor retorcido, que gotea por el metraje: como cuando la policía llega a la casa de John Wick tras una masacre, abre el dueño e el poli ve la entrada cubierta de tipos sangrando, el poli de modo flemático le pide arregle el desaguisado; o el modo frío en que el conserje del hotel trata a sus clientes cuando los malheridos; o cuando en este mismo hotel telefonean a una habitación por el ruido, en realidad hay una pelea a muerte; o cuando el referido conserje se disculpa por los huéspedes no invitados, en realidad asesinos; o el lenguaje a base de eufemismos con que se expresa este submundo.
Por supuesto que el film no es redondo, ni lo pretende, su guión soportaría escasamente un análisis, toda la trama está generada por una serie de coincidencias bastante difíciles de creer, con arco de desarrollo de personajes nulo, no sabremos nada de Wick en toda la cinta, a excepción de su sed de venganza, el resto es más superficial que una mesa. Pero quizás lo que más le achaco es un clímax final a la altura del resto de la película, resulta ordinario para lo que se espera con respecto a lo visto. (sigue en spoiler)
El guión de Derek Kolstad es de enorme simpleza, no hay giros sorpresa, no intenta hacer introspección mínima de personajes, no se entretiene en diálogos rancios, no engaña, va a lo que va, lo porfía todo, a falta de originalidad, a la creación de un personaje con aura de leyenda, enmarcado en un universo propio, cercano al espíritu comic, donde no existen los buenos, todos son malos, solo que unos más que otros, ello poblado de asesinos con especie de cultura antigua, se mueven con la unidad monetaria de monedas de oro antiguas (doblones), tienen equipos de limpieza para “sanear” las escenas de sus negocios, estilo Sr. Lobo (“Pulp fiction”), tienen un Hotel Santuario, el Continental, lugar de reparaciones y libre de violencia, donde incluso los policías no se extrañan al ver un pasillo repleto de cadáveres, y en este microcosmos John Wick nos es erigido como un ser cuasi-sobrenatural, ello a través de los comentarios de la gente que le conoce que le confiere un aura cuasi-mística diciendo de él que el que se manda a matar al hombre del saco. Pero para llegar hay en el inicio del film lo contrastan con lo que nos espera, vemos a alguien frágil, vulnerable, alicaído, acaba de perder por enfermedad a su esposa, hasta que un camorrista se mete con la persona equivocada, y vemos una de los grandes momentos del film, John Wick con un marro destroza el suelo de su garaje para desenterrar físicamente su pasado, ante nuestros luce este, sus armas y sus doblones de oro, la Bestia ha despertado, o como le apodan el "Boogeyman”, las puertas del Infierno se han abierto.
Es una refrescante propuesta que desempolva el thriller ochentera para darle brillo, aún con sus lagunas en el argumento, sabe taparlas a base de una acción imperialmente diseñada y coreografiada, una acción violenta, desenfrenada, sangrienta, vibrante, adrenalítica, es como montarse en el Dragon Kan, desde que comienza esta apenas da descanso, sumiéndonos en una bacanal de disparos, peleas, explosiones, sangre, muertos, huesos rotos, gimkanas espectaculares, “danzas” de violencia fraguadas de modo enérgico , con un sentido del ritmo endiablado, donde las escenas de acción se encadenan una a otra, la invasión del hogar, la de la habitación del hotel, la del Club Círculo Rojo, la de la Iglesia, la del parking de esta, y más. Las singulares y espectaculares secuencias de acción se inspiran en el cine anime y el de artes marciales, con soberbias y extenuantes coreografías con reminiscencias al manga, donde Wick se convierte en una especie de samurái, en el que cambia la katana por armas de fuego. Wick se mueve por la pantalla de modo armonioso, equilibrado, con movimientos enérgicos, siempre rematando a sus enemigos en la cabeza, sublime, luchas que rezuman innovación, con extraordinarias tomas largas, sumado a esplendidos travellings.
El film detenta un sentido del humor retorcido, que gotea por el metraje: como cuando la policía llega a la casa de John Wick tras una masacre, abre el dueño e el poli ve la entrada cubierta de tipos sangrando, el poli de modo flemático le pide arregle el desaguisado; o el modo frío en que el conserje del hotel trata a sus clientes cuando los malheridos; o cuando en este mismo hotel telefonean a una habitación por el ruido, en realidad hay una pelea a muerte; o cuando el referido conserje se disculpa por los huéspedes no invitados, en realidad asesinos; o el lenguaje a base de eufemismos con que se expresa este submundo.
Por supuesto que el film no es redondo, ni lo pretende, su guión soportaría escasamente un análisis, toda la trama está generada por una serie de coincidencias bastante difíciles de creer, con arco de desarrollo de personajes nulo, no sabremos nada de Wick en toda la cinta, a excepción de su sed de venganza, el resto es más superficial que una mesa. Pero quizás lo que más le achaco es un clímax final a la altura del resto de la película, resulta ordinario para lo que se espera con respecto a lo visto. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Puesta en escena memorable, solo 20 millones que lucen como una megaproducción, con un fabuloso diseño de producción de Dan Leigh (“Olvidate de mi”, “The burning plain” o “Warrior”), creando un microcosmos opresivo, cerrado, turbio, colocándonos primero en la diáfana y luminosa vivienda apartada de John Wick para después sumirnos en la semioscuridad de la urbe neoyorkina, el perturbador hotel “Continental” (el edificio Haru Sushi, en la 82 Beaver St. en Nueva York) o los baños del club social, el diseñador dijo sobre su labor <Me acerqué a la historia como una fábula, con lazos con la idea de una novela gráfica, con una manifestación visual que trascendiera la realidad>, y esto atomizado por la fascinante fotografía de Jonathan Sela (“The Omen”, “Max Payne” o “Un buen día para morir”), que para potenciar la sensación cuasi-onírica rueda con cámara digital Arri Alexa XT, en formato 2.39:1, usando lentes anamórficas y esféricas, con tonalidades grisáceas, marrones y verdosas, provocando en el espectador sensación vintage, con encuadres sinuosos, dando sensación de estar pasando viñetas de un comic electrizante, con mágicas tomas aéreas nocturnas de Nueva York, y esto enaltecido por la fenomenal música de Tyler Bates y Joel J. Richard, sumado al de Scott Tixier, sumándose temas de Marilyn Manson " Killing Strangers” y T-Bo y Bengie B "Get Money ", The candy Shop Boys “Evil Man Blues”, y de Le Castle Vania que añadió música adicional, envolviendo la acción en un frenesí subyugante.
Keanu Reeves realiza una actuación notable, un rol que le sienta estupendamente a su porte hierático, desprende carácter fuerte, carisma, taciturnidad, dota a su John de energía, vigor, y de una tremebunda fisicidad, muy bueno en su monólogo para sobre lo que significó para él la muerte de su perro. Michael Nyqvist es el villano, muy apropiado al tono del film su vis cínica, se nota se lo pasó en grande. Alfie Allen resulta un tanto pasado en personaje de tonto útil para hacer explosionar la orgia de muerte. Willem Dafoe demuestra lo gran actor que es, su sola y escasa presencia da empaque al film. Ian McShane impregna de majestuosidad y fuerte personalidad a su corto rol. Lance Reddick gerente del hotel exhibe una flema delirante. Adrianne Palicki se nota que bastante de su personaje se perdió en la sala de montaje, pues resulta algo confuso su comportamiento, seguro tenía más peso dramático.
Spoiler:
Momentos recordables, algunos ya comentados: El tiroteo en la casa de John Wick, donde la cinta empieza a dejar pistas de su gran trabajo en la acción, peleas, tiroteos, muertos, cámara, trepidante; La frase de Viggo Tarasov sobre John Wick <Es el tipo que mandas para matar al hombre del saco>; La mejor escena de acción del film, una de las mejores que recuerdo en mucho tiempo, es la que acontece en el Club Círculo rojo, John entra a saco para matar a Iosef, que está en los baños turcos con unas chicas, unos movimientos perfectamente medidos, para una orgia de disparos, cuchillazos, puñetazos, sangre y muchos muertos, todo rodado con luz tenue, sobresaliendo los tonos rojos y azules estroboscópicas, sensacional;
La pelea con la asesina con John en la habitación del hotel; El tramo en la Iglesia; El atronador tiroteo en el parking; El vertiginoso modo en que consigue penetrar en la guarida de Iosef y cumplir su venganza.
Según los directores, el primer montaje era de 2 horas 20 minutos de duración, no revelando nada acerca del tiempo cercenado (39 minutos), ellos mencionan que la lucha final entre John y Viggo era más extensa, la redujeron, ambos reconocieron que Viggo en realidad no debería suponer gran amenaza física para Wick.
Recomendable a los amantes de la acción sobresaliente, rodada de modo original, y sumergiéndote en un universo singular. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/john-wick.html
Keanu Reeves realiza una actuación notable, un rol que le sienta estupendamente a su porte hierático, desprende carácter fuerte, carisma, taciturnidad, dota a su John de energía, vigor, y de una tremebunda fisicidad, muy bueno en su monólogo para sobre lo que significó para él la muerte de su perro. Michael Nyqvist es el villano, muy apropiado al tono del film su vis cínica, se nota se lo pasó en grande. Alfie Allen resulta un tanto pasado en personaje de tonto útil para hacer explosionar la orgia de muerte. Willem Dafoe demuestra lo gran actor que es, su sola y escasa presencia da empaque al film. Ian McShane impregna de majestuosidad y fuerte personalidad a su corto rol. Lance Reddick gerente del hotel exhibe una flema delirante. Adrianne Palicki se nota que bastante de su personaje se perdió en la sala de montaje, pues resulta algo confuso su comportamiento, seguro tenía más peso dramático.
Spoiler:
Momentos recordables, algunos ya comentados: El tiroteo en la casa de John Wick, donde la cinta empieza a dejar pistas de su gran trabajo en la acción, peleas, tiroteos, muertos, cámara, trepidante; La frase de Viggo Tarasov sobre John Wick <Es el tipo que mandas para matar al hombre del saco>; La mejor escena de acción del film, una de las mejores que recuerdo en mucho tiempo, es la que acontece en el Club Círculo rojo, John entra a saco para matar a Iosef, que está en los baños turcos con unas chicas, unos movimientos perfectamente medidos, para una orgia de disparos, cuchillazos, puñetazos, sangre y muchos muertos, todo rodado con luz tenue, sobresaliendo los tonos rojos y azules estroboscópicas, sensacional;
La pelea con la asesina con John en la habitación del hotel; El tramo en la Iglesia; El atronador tiroteo en el parking; El vertiginoso modo en que consigue penetrar en la guarida de Iosef y cumplir su venganza.
Según los directores, el primer montaje era de 2 horas 20 minutos de duración, no revelando nada acerca del tiempo cercenado (39 minutos), ellos mencionan que la lucha final entre John y Viggo era más extensa, la redujeron, ambos reconocieron que Viggo en realidad no debería suponer gran amenaza física para Wick.
Recomendable a los amantes de la acción sobresaliente, rodada de modo original, y sumergiéndote en un universo singular. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2015/09/john-wick.html