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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
9
Aventuras. Acción. Drama Espartaco era un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a.C.) contra la República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. Espartaco intentará llegar con su ejército al sur de Italia para poner rumbo a sus hogares. (FILMAFFINITY)
29 de abril de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
51/15(27/03/13) Monumental péplum, conmovedora oda a la Libertad y a la Dignidad, mensaje universal y atemporal, se convirtió en su tiempo en una inteligente y mordaz crítica a la situación sociopolítica de USA. Arranca con unos fastuosos títulos de crédito del más grande especialista, Saul Bass (‘Vértigo’), adornado por épicas fanfarrias, Bass fue encargado de story boards para el film, la acción tiene lugar entre los años 73 y 71 ac., Espartaco (Kirk Douglas) es un esclavo tracio, trabaja en las minas en Libia, es vendido a Léntulo Batiato (Peter Ustinov) para convertirlo en gladiador en su escuela de Cápua (Península Itálica), allí conoce a la esclava Varinia (Jean Simmons) de la que se enamora, tras muchas humillaciones, encabeza un motín de gladiadores, se liberan creando una revolución por la península, se le van uniendo esclavos, liderando un ejército, se dirigen al sur a contratar barcos para huir a África, entre medias el Senado romano toma medidas para sofocar la revuelta, convirtiéndose esto en una lucha de poder, se enfrentaran el hedonista senador republicano Graco (Charles Laughton), defensor de la democracia y el patricio Craso (Laurence Olivier), este partidario de la dictadura, ve en la amenaza una oportunidad para tomar el poder. Kubrick reestructuró el guión junto a Trumbo, acentuando el plano visual, redujo al mínimo los diálogos la primera media hora, dotando de una profunda intensidad este metraje, todo se decía con las miradas, sublime cuando Draba y Espartaco esperan en la carreta su turno para pelear, escuchándose de fondo los comentarios triviales de los patricios. Orgulloso estaba Kubrick de la escena del baño entre Antonino y Craso, por la ambigüedad que llevaba, pero no saltó la censura, en 1991 se restauró, pero al no estar grabado el audio, Curtis pudo volver a hacerlo pero Olivier estaba muerto y lo sustituyó Anthony Hopkins que al parecer lo calca. Trumbo recalca la lucha de clases, lanzando sibilinamente una idea izquierdista en que todos debemos ser iguales, quedando la referencia a la nauseabunda ‘Lista Negra’, Craso menciona una lista con ‘Los Traidores A Roma’ que serán penados, dejándonos frases de hondo calado, ejemplo, Espartaco, <Cuando un hombre libre muere, pierde el placer de la vida. Un esclavo pierde su sufrimiento. La muerte es la única libertad que conoce el esclavo>. Hay que tener en cuenta el mensaje con respecto tiempo en que se estrenó, hay varias alegorías en la historia trasladables al momento, Espartaco es la esperanza salvadora que todos necesitamos ante las injusticias, está la dignificación de un negro, Draba (gran Woody Stroode), la lucha por los derechos civiles estaba en efervescencia con Luther King o Malcolm X, Batiato es la clase media acomodada americana que se aprovecha de las clases bajas y los repudiados, Graco es el reflejo de los políticos que piensan en el bien pero se ven arrollados por la Ley del Más Fuerte, y está Craso, emulo del senador McCarthy, un extremista patriota que extermina a los supuestos enemigos de sus ideas que él convierte en la enfermedad de la Nación. El épico argumento se puede dividir en tres partes diferenciadas, está la presentación del Héroe Espartaco, le tratan como a un animal y surge la rebelión, el segundo segmento dedicado a las intrigas políticas en Roma, al sibilino enfrentamiento entre Graco y Craso, los dos juegan una partida de ajedrez, sacrifican piezas, en la tercera y última, los destinos de las dos partes se unen, está el majestuoso montaje paralelo, Espartaco y Craso arengan a sus gentes con sus dos antagónicas formas, y llega la batalla final, tras el colapso de los gladiadores son hechos presos y surge una de las escenas más famosas de la Historia del Cine, un nítido tributo a todos aquellos que sucumbieron a delatar a sus colegas al senador McCarthy, culminando al unísono todos los esclavos levantándose y gritando <Yo Soy Espartaco!>, quien no se le ponga el vello de punta con esta secuencia que se lo haga mirar, luego está el epílogo donde se hace ver que aún hay esperanza. La puesta en escena es extraordinaria, unos escenarios y decorados ampulosos recreando con fastuoso realismo el tiempo gracias al gran diseño de producción de Alexander Golitzen (‘Sed De Mal’), o la recreación de la Batalla de Silaro (rodada en las afueras de Madrid y Guadalajara), con más de 8500 extras (reclutas del ejército español), hay un vestuario extraordinario de Valles (‘El Retrato De Dorian Grey’), esto embellecido por la magnífica fotografía en technicolor y el novedoso vistavisión (elemento que realzaba las perspectivas generales y la profundidad de campo) de Russell Metty (‘La Fiera De Mi Niña’), este se quejó de las instrucciones milimétricas que le daba Kubrick, el resultado final fue su único Oscar, ello sitiado por la brillante música de Alex North (‘El Largo Y Cálido Verano’), remarcando con ímpetu la épica del relato, con sonidos de instrumentos de la época de la antigua Roma, quedando una etnicidad sugerente, enaltecedoras las marchas militares, con fanfarrias de trompetas y redobles de tambores, sabiendo cambiar de tono en el evocador tema romántico cada vez que están juntos Varinia y Espartaco. Paradójicamente Kubrick recurrió a North para su epopeya ‘2001’, al escuchar los temas el realizador neoyorkino los tildó de pésimos y recurrió a temas de música clásica, mal no le quedó. Destaca también el espléndido montaje de Robert Lawrence (‘El Violinista en el tejado’), sabe imprimir ritmo y pausa cuando debe, con unas peleas de gladiadores expuesta de modo trepidante, pero donde se luce y queda para el recuerdo es en el montaje paralelo de los discursos-arengas finales de Espartaco y Craso a sus tropas, las diferentes visiones del mundo quedan retratadas de modo diáfano. El film nace a partir de que a Kirk Douglas es rechazado para el papel de Ben-Hur, este junto a la Universal encuentra en la novela de 1951 de Howard Fast, la escribió en prisión …(Continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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