146/36(25/04/11) Pasable primera entrega de las desventuras de este francés, despiadado criminal famoso, Jacques Mesrine (buen Vincent Cassel). Comienza en 1959, con él en la Guerra de Argelia de interrogador-torturador, para después dar un salto a Francia donde sus problemas económicos lo llevan a la delincuencia, pasando a ser un matón de Guido (buen Gerard Depardieu), de aquí a la cárcel, y vuelta a la delincuencia, saltando a varios países donde se va creando una sanguinaria leyenda. La cinta carece de toda originalidad, nada en ella llama la atención, es uno más de los frescos de una época a través de un malhechor. Su ritmo narrativo a base de elipsis crea lagunas en el espectador que la descripción de personajes no llena.. Resulta fría la atmósfera, con unos protagonistas distantes y faltos de transmitir sentimientos al espectador, Las escenas violentas ocurren sin ton ni son, parecen metidas con calzador, su clima es tan gélido que te da igual lo que ocurra, la historia rutinaria de este salvaje criminal no tiene poder de fascinación, incluso hay una escenas más que ridículas (spoiler), es un film del montón., donde solo sobresale Vincent Cassel en su salsa, haciendo lo que sabe hacer y muy bien, tipo violento, cuando no psicópata, lo otro es un carismático Depardieu que demuestra gran personalidad y majestuosidad en su rol. Por lo demás espero que la segunda parte aporte algo más, si es como esta será un anodino thriller con encima el agravante de querer transmitir simpatías por este sociópata, y es que el encanto del mal parece haber seducido al director. Fuerza y honor!!!