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5
5.9
57,752
Ciencia ficción. Terror
Tras conseguir escapar con Newt y Bishop de un planeta alienígena, la teniente Ellen Ripley (Sigourney Weaver) recala accidentalmente en Fiorna 161, una remota cárcel galáctica cuyos peligrosos reclusos están absolutamente abandonados a su suerte. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2024
8 de agosto de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
299/31(31/07/24) Fallida tercera parte de la mítica franquicia “Alíen”, comenzó en 1979 por el director inglés Ridley Scott, su enorme éxito dio lugar a la secuela “Aliens” en 1986, dirigida esta vez por James Cameron, considerada de las mejores secuelas jamás realizadas, llevando consigo otro gran triunfo taquillero, la FOX creía tener la gallina de los huevos de oro, provocó la producción de la tercera parte. Esta muy problemática, pasando el guion por muchísimas manos, demasiadas ideas se mezclaron, diferentes directores estuvieron en la terna. Una filmación caótica, el guion ni siquiera estaba terminado cuando se comenzó a rodar, todo este caos provocó el director de 29 años debutante (hasta entonces exitoso director de videoclips) David Fincher, renegara del resultado final, tanto que cuando en 2003 se le ofreció oportunidad de crear su propia edición del film se negó, lanzándose una versión revisada de la película conocida como ‘Assembly Cut’ sin participación de Fincher, con más de media hora de metraje añadido, rellena lagunas de la cinta, es la que acabo de ver (la teatral la vi en su momento). Guion final acreditado a David Giler (“Aliens, el regreso”), Walter Hill (“La huida”) y Larry Ferguson (“La caza del octubre Rojo”), a partir de una historia de Vincent Ward (“Navigator, una odisea en el tiempo”), sobre caracteres creados por Dan O'Bannon y Ronald Shusett, ambientada inmediatamente después de los eventos de “Aliens” (1986), Ripley y un organismo alienígena son únicos sobrevivientes de la nave espacial Sulaco de los Marines Coloniales luego de que una cápsula de escape se estrellara en un planeta que alberga una colonia penal poblada por reclusos masculinos. Producción que pretendía retomar espíritu de la original, un solo alíen desmenuzando a un casi indefenso grupo de víctimas potenciales, esta vez, en lugar de mineros en la Nostromo, convictos rapados al cero en un inhóspito planeta llamado Fiorina "Fury" 161. Modifica notablemente paleta de colores de la serie, predominando tono ocre típico de Fincher, gracias a la macilenta fotografía de Alex Thomson (“Excalibur” o “Manhattan Sur”), con reseñable toma subjetiva desde el punto de vista del alíen mientras persigue a humanos deslizándose a toda mecha por el techo por los laberínticos pasillos.
Por supuesto teniendo de protagonista a Sigourney Weaver. A su lado un grupo de actores que no son capaces de ser algo más que roles sin demasiado carácter. Fincher toma elementos de 2001 de Kubrick y Terminator 2 de Cameron, pero todo ello pasado por un tapiz denso y con ello lento, quiere ser más y no da para ello, el ego de Fincher firma cheques que su aun en ciernes ‘maestría’ no es capaz de cubrir. No sabe dar dinamismo a la trepidante historia del xenomorfo abrazacaras, y con ello tiende a ser espeso en los tramos que quiere dar profundidad a los personajes, resulta pedante en la forma en que quiere dar trascendencia religiosa a lo que sucede, chirría en colarnos un romance exprés, naufraga en reflejar esta inverosímil colonia cuasi monacal de presos, no tiene sentido alguno, un pegote que nadie se puede creer en lo que se nos explica.
La forma en que nos quieren colar una nueva plaga alíen en este planeta es ridículo, ni tan siquiera se calientan la cabeza intentando explicar cómo puede el Alíen haberse introducido en el Sulaco, como pudo ‘violar’ a uno de los hibernados (no quiero spoilear), y menos aún reproducirse, en la anterior entrega dejan claro el aparato reproductor de la ‘Reina’ queda destruido, por lo que dar continuación sin más es pegar un tiro a la estupenda “Aliens”, como lo es restar toda la épica a la de 1986, pues la niña por la que Ripley luchó en la pretérita y que salvó, aquí se la ventilan durante los créditos iniciales, ridículo tiro en el pie de la saga. Amén de otras muchas lagunas e incoherencias con respecto a lo visto en las anteriores, desde como el Alíen aquí nada más ‘emerger’ de un ser vivo ya está completamente desarrollado, mientras en las otras es especie de renacuajo amorfo, el tamaño aquí ha disminuido de modo chusco en comparación con los humanos. Pero es que incluso los efectos visuales aparecen peores que los de seis años atrás, incidiendo en los CGI exitosos de “Terminator 2”, pero aquí parecen una versión de rastrillo de estos, reflejados en un Alíen penoso, dónde el terror que provocaba en las anteriores ha quedado muy atenuado y sobre todo en ciertos momentos que parece un holograma sobre la pantalla.
Es una película donde no hay una sola escena de acción a recordar, tiene una buena ambientación, fruto de la buena labor del diseñador de producción bi-oscarizado (por “Star Wars” y “En busca del Arca Perdida”) Norman Reynolds, pero es un claro remanente de las anteriores, un lugar tétrico surcado por pasillos que se cierran por compuertas, nada original, no hay apenas tensión, no hay suspense, todo acontece de modo mecánico, tenemos a un grupo de machos que van cayendo uno tras otro masacrados por la bestia, y los que quedan terminan planeando como acabar con ella, y punto. Nos cuelan por medio una crítica antibelicista sobre que la compañía Weyland desea cazar vivo al alíen con objetivo de aprovechar sus capacidades en la guerra, esto resulta muy manido, sin matiz, metido con fórceps. Película que tiene dificultades para ser un entretenimiento, le cuesta enganchar, hasta que en la parte final se desencadena el ritmo, pero esto haciéndolo más vistoso, nunca consigue dejar de ser una iteración low cost de las anteriores.
A la teniente Ripley se le da un carácter cansado y ajado, es un acierto (de los pocos del film), a lo que contribuyen algunos buenos momentos de la prota, con ese gran momento en primer plano icónico del alíen oliéndola mientras ella se mantiene rígida contra la pared, o cuando le dice al bicho: "Has estado en mi vida tanto tiempo, que no puedo recordar nada más"... (sigo en spoiler)
Por supuesto teniendo de protagonista a Sigourney Weaver. A su lado un grupo de actores que no son capaces de ser algo más que roles sin demasiado carácter. Fincher toma elementos de 2001 de Kubrick y Terminator 2 de Cameron, pero todo ello pasado por un tapiz denso y con ello lento, quiere ser más y no da para ello, el ego de Fincher firma cheques que su aun en ciernes ‘maestría’ no es capaz de cubrir. No sabe dar dinamismo a la trepidante historia del xenomorfo abrazacaras, y con ello tiende a ser espeso en los tramos que quiere dar profundidad a los personajes, resulta pedante en la forma en que quiere dar trascendencia religiosa a lo que sucede, chirría en colarnos un romance exprés, naufraga en reflejar esta inverosímil colonia cuasi monacal de presos, no tiene sentido alguno, un pegote que nadie se puede creer en lo que se nos explica.
La forma en que nos quieren colar una nueva plaga alíen en este planeta es ridículo, ni tan siquiera se calientan la cabeza intentando explicar cómo puede el Alíen haberse introducido en el Sulaco, como pudo ‘violar’ a uno de los hibernados (no quiero spoilear), y menos aún reproducirse, en la anterior entrega dejan claro el aparato reproductor de la ‘Reina’ queda destruido, por lo que dar continuación sin más es pegar un tiro a la estupenda “Aliens”, como lo es restar toda la épica a la de 1986, pues la niña por la que Ripley luchó en la pretérita y que salvó, aquí se la ventilan durante los créditos iniciales, ridículo tiro en el pie de la saga. Amén de otras muchas lagunas e incoherencias con respecto a lo visto en las anteriores, desde como el Alíen aquí nada más ‘emerger’ de un ser vivo ya está completamente desarrollado, mientras en las otras es especie de renacuajo amorfo, el tamaño aquí ha disminuido de modo chusco en comparación con los humanos. Pero es que incluso los efectos visuales aparecen peores que los de seis años atrás, incidiendo en los CGI exitosos de “Terminator 2”, pero aquí parecen una versión de rastrillo de estos, reflejados en un Alíen penoso, dónde el terror que provocaba en las anteriores ha quedado muy atenuado y sobre todo en ciertos momentos que parece un holograma sobre la pantalla.
Es una película donde no hay una sola escena de acción a recordar, tiene una buena ambientación, fruto de la buena labor del diseñador de producción bi-oscarizado (por “Star Wars” y “En busca del Arca Perdida”) Norman Reynolds, pero es un claro remanente de las anteriores, un lugar tétrico surcado por pasillos que se cierran por compuertas, nada original, no hay apenas tensión, no hay suspense, todo acontece de modo mecánico, tenemos a un grupo de machos que van cayendo uno tras otro masacrados por la bestia, y los que quedan terminan planeando como acabar con ella, y punto. Nos cuelan por medio una crítica antibelicista sobre que la compañía Weyland desea cazar vivo al alíen con objetivo de aprovechar sus capacidades en la guerra, esto resulta muy manido, sin matiz, metido con fórceps. Película que tiene dificultades para ser un entretenimiento, le cuesta enganchar, hasta que en la parte final se desencadena el ritmo, pero esto haciéndolo más vistoso, nunca consigue dejar de ser una iteración low cost de las anteriores.
A la teniente Ripley se le da un carácter cansado y ajado, es un acierto (de los pocos del film), a lo que contribuyen algunos buenos momentos de la prota, con ese gran momento en primer plano icónico del alíen oliéndola mientras ella se mantiene rígida contra la pared, o cuando le dice al bicho: "Has estado en mi vida tanto tiempo, que no puedo recordar nada más"... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
…Hasta que el bicho se hace presente de modo diáfano. La actuación de Sigourney Weaver es muy buena mimetizada con el rol de Ripley, heroína con su poderoso némesis, aquí ya con un aura trágica remanente de lo sucedido mientras hibernaba, con ese corte de pelo rapado que le confiere un halo a lo Juana de Arco de la Maria Falconetti de Carl Theodore Dreyer, demostrando el temor y la desesperanza en la que está sumida, lástima que el resto del guion no acompañe.
Ripley mantiene una buena química con el médico de la prisión (Charles Dance), pero de buenas este desparece, y nada deja, no ha llegado a crearse un vínculo con el espectador que le afecte; Se trae de la anterior entrega al robot Bishop, o lo que queda de él, pero este inserto es arrinconado ipso facto sin más; Tenemos una primera parte donde incomprensiblemente Ripley se niega a decir el temor que tiene a que un alíen esté allí con ellos, se niega a contar nada de ello, por qué?
El epicentro es la prisión y campo de trabajo. Que se erige en una especie de monasterio con monjes con celibato, que fueron presos y otros guardias, y de modo nada creíble nos dicen que cuando acabaron las condenas de los presos estos y los guardias decidieron quedar se allí, se podría entender si los caracteres que viéramos allí fueran de ascetas frugales, pero lo que vemos son tipos aviesos, violentos, que se calientan con la presencia de la mujer, no tiene sentido nos quieran colar esto. Además, aderezado por un aura religioso que lo meten a empellones, con oraciones y charlas sobre demonios y liberación, cuando se nota la mayoría de pobladores del planeta son algo más que agnósticos. Eso sí, su imagen si es la de una especie de abades, con ropas marrones y con rapado de cabeza (se dice que por plaga de piojos).
La película incide en lo que Ridley Scott potenció al cambiar el rol de Ripley de un hombre en el guión a una mujer sobre el celuloide. Pues el director de “Blade Runner” pensó eso hacía al personaje más vulnerable y original, y a la película más convincente, al colocar al ‘sexo débil’ en un entorno de machos con la testosterona a flor de piel en micro comunidades faltos de féminas. Y aquí esto no falta, incrustando a la protagonista en un lugar íntegramente poblado por hombres rudos, dónde incluso tiene un intento de violación grupal.
Aquí hasta lo bueno hay que mirarlo con el ceño fruncido, pues el final resulta muy poético y muy bíblico, conmovedora conclusión. Pero en el momento que piensas que es muy similar a un blockbuster del año anterior te hace pensar donde están las ganas de ser original (*spoiler).
Spoiler:
Porque Ripley tras saberse ‘preñada’ del alíen dice que es una alien reina ponedora de huevos? Como lo sabe? Como ha sido ‘fecundada’ Ripley?
El equipo Weyland-Yutani llega cuando ya han acabado con el alíen, con el comando un hombre que se parece a Bishop y dice ser el creador de Bishop. Intenta persuadir a Ripley para se someta a una cirugía para extraer el embrión de la Reina Alíen, alegando que será destruido. Ripley se niega y retrocede a una plataforma móvil, Morse coloca sobre el horno. El equipo Weyland-Yutani le dispara a Morse en la pierna para detenerlo; Aaron golpea al que se parece a Bishop con una llave inglesa y los comandos lo matan a tiros (que aporta esto y ver su oreja colgando?). Ignorando las súplicas de que les entreguen el embrión, *Ripley se arroja al horno (en la versión teatral: manteniendo cautiva a la reina infante mientras sale de ella; en lo que es un claro plagio del film “T2” donde también de modo voluntario el Terminator decide inmolarse en acero fundido). Las instalaciones se cierran. Morse, el único sobreviviente, es llevado mientras se reproduce la última grabación del libro de registro de Ripley del Nostromo.
Errado film, que solo es un mediano pasarratos, que es un bajón con respecto a las dos primeras partes. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/08/alien-3.html
Ripley mantiene una buena química con el médico de la prisión (Charles Dance), pero de buenas este desparece, y nada deja, no ha llegado a crearse un vínculo con el espectador que le afecte; Se trae de la anterior entrega al robot Bishop, o lo que queda de él, pero este inserto es arrinconado ipso facto sin más; Tenemos una primera parte donde incomprensiblemente Ripley se niega a decir el temor que tiene a que un alíen esté allí con ellos, se niega a contar nada de ello, por qué?
El epicentro es la prisión y campo de trabajo. Que se erige en una especie de monasterio con monjes con celibato, que fueron presos y otros guardias, y de modo nada creíble nos dicen que cuando acabaron las condenas de los presos estos y los guardias decidieron quedar se allí, se podría entender si los caracteres que viéramos allí fueran de ascetas frugales, pero lo que vemos son tipos aviesos, violentos, que se calientan con la presencia de la mujer, no tiene sentido nos quieran colar esto. Además, aderezado por un aura religioso que lo meten a empellones, con oraciones y charlas sobre demonios y liberación, cuando se nota la mayoría de pobladores del planeta son algo más que agnósticos. Eso sí, su imagen si es la de una especie de abades, con ropas marrones y con rapado de cabeza (se dice que por plaga de piojos).
La película incide en lo que Ridley Scott potenció al cambiar el rol de Ripley de un hombre en el guión a una mujer sobre el celuloide. Pues el director de “Blade Runner” pensó eso hacía al personaje más vulnerable y original, y a la película más convincente, al colocar al ‘sexo débil’ en un entorno de machos con la testosterona a flor de piel en micro comunidades faltos de féminas. Y aquí esto no falta, incrustando a la protagonista en un lugar íntegramente poblado por hombres rudos, dónde incluso tiene un intento de violación grupal.
Aquí hasta lo bueno hay que mirarlo con el ceño fruncido, pues el final resulta muy poético y muy bíblico, conmovedora conclusión. Pero en el momento que piensas que es muy similar a un blockbuster del año anterior te hace pensar donde están las ganas de ser original (*spoiler).
Spoiler:
Porque Ripley tras saberse ‘preñada’ del alíen dice que es una alien reina ponedora de huevos? Como lo sabe? Como ha sido ‘fecundada’ Ripley?
El equipo Weyland-Yutani llega cuando ya han acabado con el alíen, con el comando un hombre que se parece a Bishop y dice ser el creador de Bishop. Intenta persuadir a Ripley para se someta a una cirugía para extraer el embrión de la Reina Alíen, alegando que será destruido. Ripley se niega y retrocede a una plataforma móvil, Morse coloca sobre el horno. El equipo Weyland-Yutani le dispara a Morse en la pierna para detenerlo; Aaron golpea al que se parece a Bishop con una llave inglesa y los comandos lo matan a tiros (que aporta esto y ver su oreja colgando?). Ignorando las súplicas de que les entreguen el embrión, *Ripley se arroja al horno (en la versión teatral: manteniendo cautiva a la reina infante mientras sale de ella; en lo que es un claro plagio del film “T2” donde también de modo voluntario el Terminator decide inmolarse en acero fundido). Las instalaciones se cierran. Morse, el único sobreviviente, es llevado mientras se reproduce la última grabación del libro de registro de Ripley del Nostromo.
Errado film, que solo es un mediano pasarratos, que es un bajón con respecto a las dos primeras partes. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/08/alien-3.html