Siempre me pregunto a mi mismo por qué me gusta tanto el séptimo arte, por qué aún cuando me encuentro tantas obras fatigosas por el camino sigo digiriendo tanto cine. Pues esta película es una de las razones. Encontrarme con una película como Ink me vale todos los fracasos que haya tenido por el camino.

Ink es de esas películas mágicas, de esas que nada mas empezar, ya te llaman la atención, y que tras un corto periodo de visión, ya te han atrapado. Se convierte en una historia mágica de la que quieres saber más. Ink es eso, un cuento, que te envuelve sin mas, te hace sumergirte en un mundo fantástico de esos que te imaginabas cuando eras niño, de esos de los cuales no quieres salir.

Creo que podemos hablar de una de las mejores obras del cine independiente que he visto, y que demuestra la ineptitud de Hollywood a la hora de elegir a quien dar el dinero. Me pregunto cuantos blockbuster absurdos, sin ningún tipo de originalidad pasaran por las salas de cine, y cuantas obras como estas caerán en el olvido por falta de distribuidores.

Esta claro que no podemos hablar de una obra perfecta en su acabado, pero podemos asegurar que pese a la falta de presupuesto la parte técnica de la película es magnífica y los efectos especiales están realmente logrados. La imagen se muestra muy cuidada, tratando todas las escenas como una ensoñación donde distinguimos colores claros y oscuros que nos diferencian el bien del mal, y nos introducen en un mundo mágico. Mientras tanto la música se funde con las escenas como si de poesía se tratase. La interpretación correcta en los actores secundarios, se torna en brillante cuando les llega el turno a los principales, produciendo una empatía única entre el personaje y el espectador.

Ink es una película para todos, una película distinta a cualquier otra cosa que hayas visto. Es una GRAN OBRA MAESTRA del cine de fantasía, que perdurará en las retinas del espectador para siempre.