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España España · Valladolid
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Voto de apagaYvamonos:
10
El secreto de sus ojos
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10
Thriller. Intriga. Drama Benjamín Espósito es oficial de un Juzgado de Instrucción de Buenos Aires recién retirado. Obsesionado por un brutal asesinato ocurrido veinticinco años antes, en 1974, decide escribir una novela sobre el caso, del cual fue testigo y protagonista. Reviviendo el pasado, viene también a su memoria el recuerdo de una mujer, a quien ha amado en silencio durante todos esos años. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2012 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez un niño con tirabuzones pelirrojos y andares pingüineros que adoraba almorzar bocadillos de berberechos con mantequilla de cacahuete. Un buen día (y dos Phoskitos) su madre, mujer chillona y con prominente mostacho, lo matriculó en clases particulares de inglés, ya que su “teacher” jamás le puso más de un 2 (quizás también una bolsa de Jumpers). Carahuevo, como lo llamaban sus amiguitos, dominaba el inglés de cabo a rabo, pero siempre suspendía víctima (y una Coca-Cola, light, como no podía ser de otra forma) de la ira de su “teacher”, el cual sufrió en su juventud el denominado “bullying” por culpa de Dionisio “el Trol”, que casualmente también era pelirrojo (“no seas roñoso y dame un puñaico”).

De repente, sin venir a cuento se puso a relinchar el caballo. El tiempo se detuvo ante aquella mirada, un suspiro, un instante perdido, una ola que se esfuma frente a la orilla, una colilla mal apagada, vecinos reguetoneros (“Carahuevo, traduce al inglés ‘anticonstitucionalísimamente’ y luego la deletreas al revés, de lo contrario me veré obligado a suspenderte, pelo polla con azafrán”), pimientos de piquillo rellenos de amor, de sed de venganza, de pentagramas. Demasiados secretos. Demasiados ojos. En la bañera pelos que taponan el delicado fluir del agua. El vapor ha empañado el espejo. ¡Ay campanera! De repente una ventosidad aúlla a través de mi ano. ¿Ah no? Sí, sí. Mi culo canta por soleares.

El recuerdo punzante de (“¡Carahuevo me come un huevo!”) aquel mensaje vuelve a visitarme súbitamente: “Me gustas, eres una chica muy guapa, eres encantadora, incluso te diría que estoy dispuesto a casarme contigo… Pero si viene tu hermana también me la tiro”. ¿Dónde está la bisectriz? Murió en el regazo de un beso de actriz. Como acabamos de explicar, Ricardo (man) Darín (a) realiza una de sus actuaciones más soberbias desde que recorriera diversos antros de la geografía española con su espectáculo de variedades “Marifé de Triana y mucho alcohol de garrafón” (Carahuevo era uno de sus palmeros).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No me invites a tu boda, no pienso ir. Y como era de esperar pasarán más de mil años, muchos más, seguiré teniendo fantasías homosexuales con Manolo el del Bombo, pero… ¿quién no las tiene? Tu cara de estreñida no cambiará mi destino. Las cartas están echadas (una vez me atacó un gato, intentó hacerme daño en el palo de mi escoba con su cabeza) y el amor siempre triunfa. ¡Ay Ricardito! ¡Cuántas noches te mimbreaste la zambomba pensando en ella, ehh bribón! ¡Qué ganas tenías de saber si rasurado, rayita guapa o jardín sombrío ehh! (Cuando me atacó el gorrión le tiré una silla). Bueno, bueno, bueno... La partida de ajedrez ha quedado en tablas, así que lo echaremos a piedra, papel o tijera. A ti eso te da igual en realidad, lo único importante (Carahuevo ahora canta coplas, su nombre artístico es Carmen de Mairena) es que definitivamente me paso al tanga. Ragatanga. Si yo saco papel y tu piedra, nos hacemos un porro y ganamos los dos. ¡Yipiyaiyou!
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