Película que me vi por su goya y que tras su visionado la hago merecedora de este. Destacar de ella la trama tan encuadrada y detallada que conlleva; como una cosa lleva a la otra y como todo acaba convirtiéndose en un peso fundamental que equilibrará esa balanza ficticia. Al principio puede sonar confuso que se trate de una empresa de balanzas ¿Por qué? pero es que Fernando León ha sabido llevarlo todo con una sutileza y una perspicacia que te deja perplejo. Me encanta como el discurso del principio va perdiendo su forma y a través de una cómica visión todo va degenerando en una imagen completamente contradictoria, simplemente maravillosa. Si hay una cosa que no me ha gustado de la película es Almudena Amor, no soporto su actuación, siempre me parece ridícula y me saca de la peli. Por el contrario, ver a Javier Bardem como principal actor ha sido de mi agrado, la verdad que ha llevado el papel como si de la vida misma se tratase, que creo que es lo que buscaba el director: reflejar una realidad la cual conlleva muchas contradicciones. También me ha sorprendido gratamente que contarán con Francesc Orella como un actor secundario, que para mi gusto desempeña de manera muy natural su trabajo y me hace fan de su actuación. El final extraordinario, como se vuelcan las tornas, y más aun cuando ponen la canción de “I’m feeling good” y se ve esa escena que hace que todo termine con el propósito con el que empezó. ¡Fantástica!