La película cuenta la vida en el interior de un burdel en Nueva Orleans a principios del siglo XX. Se nos presenta la historia a través de los ojos de una niña que ha sido criada dentro de ese contexto, por lo que las diferentes interacciones entre clientes y prostitutas, los niños desatendidos, el racismo, la suciedad... se muestran de manera normalizada. Se agradece que, dentro de lo que cabe, la película no se deleite en mostrar la violencia de manera explícita, sino mediante algún que otro diálogo más o menos sutil, miradas perdidas, risas que ocultan llantos, posturas adoptadas por ciertos personajes...
Sin embargo, pese a que la película pretende de alguna manera criticar la falta de inocencia y de infancia debido a las circunstancias de la niña (que no deja de serlo por mucho que haya visto o hecho), al mismo tiempo utiliza a una niña real para lucrarse a su costa (la carrera de Malle en Estados Unidos ascendió gracias a ésta), mostrando su cuerpo sin pudor. Por no decir que la película me pareció a ratos demasiado larga, con algunos personajes y diálogos que aportan poco o nada a la trama (el viejo que lleva años sin tener un orgasmo, por ejemplo).