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Voto de Jon:
8
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8
8.2
170,648
Drama. Ciencia ficción
Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de ... [+]
10 de julio de 2012
10 de julio de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra que ofrece y presenta diferentes lecturas, tras su historia llena de sexo y violencia, como pueden ser el mal que habita en el ser humano por naturaleza, el efecto de la sociedad en el individuo y el manejo del pueblo por los gobiernos.
Nos presenta a Alex, miembro de un grupo de jóvenes llamados entre si Dragos, que tienen como entretenimiento y diversión, apalear vagabundos, robar, enfrentarse a otras bandas y violaciones sobre mujeres o ejercicios de mete y saca, como el propio protagonista menciona.
Nos ubica rápidamente en la mente y pensamientos de este joven, cuyos únicos propósitos son las de divertirse a costa del mal ajeno y su pasión por la música clásica, en especial por el gran Ludwing Van Bethoven y su novena sinfonía.
Haciendo uso de una banda sonora encomiable, Kubrick inunda la pantalla de imágenes violentas, que quedan plasmadas con una extraña y aterradora belleza, acompañada por la novena sinfonía.
La visión y estética que el director ofrece del futuro, resulta original, atrevida y deslumbra con los coloridos que presenta. Se agradece el característico sentido del humor del que dota Stanley Kubrick sus obras, logrando tocar algo cruel, con un humor negro acertado.
La historia puede enmarcarse en cualquier época o tiempo, porque de lo que se trata es de la maldad que existe en el hombre y en la sociedad que lo rodea y como muchas veces lo que la sociedad critica por una parte, acaba cometiéndolo de una forma muy similar.
Después de presentar las diversas fechorías que realiza con su grupo de amigos, pronto será traicionado y enviado a la cárcel, donde decidirá participar en un programa novedoso, para reconvertirlo en una persona que aborrezca la violencia.
Pronto volverá a la sociedad, reconvertido en lo que la sociedad quiere, pero descubrirá que todo el mal que hizo en una época de su vida, se volverá en su contra, atormentándolo, viviendo en sus propias carnes etapas de violencia. El tratamiento ha surtido efecto, pero la sociedad es demasiado dura para alguien que ya no es capaz de tolerar la violencia y el abuso de poder, demostrando de esta manera, que en este mundo el hombre no puede permitirse ser excesivamente bueno o de serlo, acabar siendo aplastado por las diferentes formas de maldad que existen en el mundo.
Las vivencias sufridas por el protagonista, lo irán moldeando de nuevo, hará uso de quienes intentaron acabar con su instinto de maldad y acabará comiendo de la boca de los gobiernos, de aquellos que intentaron usar su imagen para su propio beneficio.
Dejando patente, que no se puede moldear y manejar los instintos más profundos del ser humano.
Nos presenta a Alex, miembro de un grupo de jóvenes llamados entre si Dragos, que tienen como entretenimiento y diversión, apalear vagabundos, robar, enfrentarse a otras bandas y violaciones sobre mujeres o ejercicios de mete y saca, como el propio protagonista menciona.
Nos ubica rápidamente en la mente y pensamientos de este joven, cuyos únicos propósitos son las de divertirse a costa del mal ajeno y su pasión por la música clásica, en especial por el gran Ludwing Van Bethoven y su novena sinfonía.
Haciendo uso de una banda sonora encomiable, Kubrick inunda la pantalla de imágenes violentas, que quedan plasmadas con una extraña y aterradora belleza, acompañada por la novena sinfonía.
La visión y estética que el director ofrece del futuro, resulta original, atrevida y deslumbra con los coloridos que presenta. Se agradece el característico sentido del humor del que dota Stanley Kubrick sus obras, logrando tocar algo cruel, con un humor negro acertado.
La historia puede enmarcarse en cualquier época o tiempo, porque de lo que se trata es de la maldad que existe en el hombre y en la sociedad que lo rodea y como muchas veces lo que la sociedad critica por una parte, acaba cometiéndolo de una forma muy similar.
Después de presentar las diversas fechorías que realiza con su grupo de amigos, pronto será traicionado y enviado a la cárcel, donde decidirá participar en un programa novedoso, para reconvertirlo en una persona que aborrezca la violencia.
Pronto volverá a la sociedad, reconvertido en lo que la sociedad quiere, pero descubrirá que todo el mal que hizo en una época de su vida, se volverá en su contra, atormentándolo, viviendo en sus propias carnes etapas de violencia. El tratamiento ha surtido efecto, pero la sociedad es demasiado dura para alguien que ya no es capaz de tolerar la violencia y el abuso de poder, demostrando de esta manera, que en este mundo el hombre no puede permitirse ser excesivamente bueno o de serlo, acabar siendo aplastado por las diferentes formas de maldad que existen en el mundo.
Las vivencias sufridas por el protagonista, lo irán moldeando de nuevo, hará uso de quienes intentaron acabar con su instinto de maldad y acabará comiendo de la boca de los gobiernos, de aquellos que intentaron usar su imagen para su propio beneficio.
Dejando patente, que no se puede moldear y manejar los instintos más profundos del ser humano.