Atrevida, atractiva, llamativa, dinámica, interesante, misteriosa, magnética, emocionante y emotiva producción asiática de acción y artes marciales en la que un decurión de una Legión romana, se topa frente a un heroico soldado chino, con el que unirá sus fuerzas para combatir a un enemigo común.

Daniel Lee, apuesta por una incursión en un relato épico plagado de intereses e intrigas personales con poderosas dosis de suspense y acción.

La presencia y carisma de: Jackie Chan y John Cusack, junto a la plausible interpretación de Adrien Brody, hacen que la película gane en calidad interpretativa.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

Cada movimiento estratégico y decisión personal, se convierten en toda una lección de aceptación y supervivencia con honor.

Durante su visionado, resulta inevitable notar la influencia de otras producciones del género épico, como: El señor de los anillos, Tigre y Dragón, Gladiator y Troya, entre otras.

No es un producto que vaya a entusiasmar a todo tipo de público, pero ya os aseguro que ofrece lo que se espera de él, un enfrentamiento apasionante y colosal.

Amistad, valor, honor, poder, suspense, osadía, paranoia y emoción, van de la mano hacía un nuevo mundo.

Dragon Blade, transmite su mensaje y llega a conquistar a pesar de sus limitaciones artísticas.