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Ciencia ficción. Acción
Rekall es una empresa que puede convertir los sueños en recuerdos reales, haciendo que la frontera entre realidad y memoria se difumine. Para Douglas Quaid (Colin Farrell) la idea de hacer un viaje mental que le proporcione recuerdos de una vida como superespía puede ser la solución perfecta para contrarrestar su frustrante vida. Lo malo es que el proceso sale mal, y Quaid se convierte en un hombre perseguido por los agentes de un ... [+]
13 de enero de 2013
13 de enero de 2013
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Precipitado y poco acertado remake de la imborrable Desafío total, basada en una historia de ciencia ficción del prolífico autor Philiph K.Dick.
Producción que se suma a la tendencia actual del cine de Hollywood, de intentar mejorar y repetir el éxito económico de una producción, obteniendo como resultado un estrepitoso fracaso artístico, que ensucia el original.
Por así decirlo nos encontramos ante el verdadero ataque de los clones, donde únicamente se cambian pequeñas cosas y se le añade a la producción unos en principio, mejores efectos especiales y más secuencias de acción acompañadas por música cañera, mientras imita pequeños momentos gloriosos de la producción original, sin alcanzar en ningún momento la gloria de antaño.
De hecho en cada secuencia, vienen a la memoria los instantes vividos en la producción dirigida por Paul Verhoeven, con la que es inevitable hacer comparaciones, con menos tecnológica, pero mucho mas orgánica, visceral y apasionante que este ejercicio de imitación barata.
El desafió total consistía en hacer olvidar la producción original y en ese aspecto fracasa estrepitosamente, apoyándose en un reparto irregular, que se limita a cumplir por la mínima con su labor.
Únicamente consigue mantener el interés gracias al espectáculo de fuegos artificiales que rodean a la verdadera historia, que queda enterrada bajo diálogos absurdos y lapidarios.
No llega a captar la esencia del argumento original y se limita a hilvanar imitaciones de las secuencias originales, unidas por un guión endeble, que presenta diversos agujeros, entre los que destaca una infumable última secuencia, que parece sacada de la chistera del peor mago.
Las novedades que ofrece son burdas imitaciones de otras producciones, como puede ser El ataque de los clones, con esos soldados robóticos dispuestos para atacar y a la Terminatrix de Terminator 3 con la ridícula aportación de Kate Beckinsale.
El único aspecto positivo que se le puede otorgar a una producción de estas características, es que potencia las ganas de volver a ver la original.
Producción que se suma a la tendencia actual del cine de Hollywood, de intentar mejorar y repetir el éxito económico de una producción, obteniendo como resultado un estrepitoso fracaso artístico, que ensucia el original.
Por así decirlo nos encontramos ante el verdadero ataque de los clones, donde únicamente se cambian pequeñas cosas y se le añade a la producción unos en principio, mejores efectos especiales y más secuencias de acción acompañadas por música cañera, mientras imita pequeños momentos gloriosos de la producción original, sin alcanzar en ningún momento la gloria de antaño.
De hecho en cada secuencia, vienen a la memoria los instantes vividos en la producción dirigida por Paul Verhoeven, con la que es inevitable hacer comparaciones, con menos tecnológica, pero mucho mas orgánica, visceral y apasionante que este ejercicio de imitación barata.
El desafió total consistía en hacer olvidar la producción original y en ese aspecto fracasa estrepitosamente, apoyándose en un reparto irregular, que se limita a cumplir por la mínima con su labor.
Únicamente consigue mantener el interés gracias al espectáculo de fuegos artificiales que rodean a la verdadera historia, que queda enterrada bajo diálogos absurdos y lapidarios.
No llega a captar la esencia del argumento original y se limita a hilvanar imitaciones de las secuencias originales, unidas por un guión endeble, que presenta diversos agujeros, entre los que destaca una infumable última secuencia, que parece sacada de la chistera del peor mago.
Las novedades que ofrece son burdas imitaciones de otras producciones, como puede ser El ataque de los clones, con esos soldados robóticos dispuestos para atacar y a la Terminatrix de Terminator 3 con la ridícula aportación de Kate Beckinsale.
El único aspecto positivo que se le puede otorgar a una producción de estas características, es que potencia las ganas de volver a ver la original.