Básica, chapucera, lamentable, pobre, sencilla, plomiza, atrevida, austera y directa producción de terror que presenta y desarrolla la historia de un niño que después de ver el asesinato de sus padres por un hombre vestido de Santa Claus, con el paso de los años vuelve para sembrar el terror con el hacha en mano.
La película no cuenta con muchos puntos a su favor, haciendo que quede como un producto pobre e intrascendente que puede hacer pasar un buen rato a aquellas personas que disfruten con el seguimiento de un Slasher apoyado en bochornosas interpretaciones con chicas al desnudo para servir sus carnes para el hacha del protagonista.
Pobre y desfasada en lo que a calidad técnica e interpretativa se refiere. Un producto de terror para disfrutar o sufrir en Navidad.