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Voto de Jon:
4
Voto de Jon:
4
6.4
3,506
Thriller. Drama
Última película británica de Hitchcock, antes de su etapa norteamericana. A principios del siglo XIX, Mary Yellan, una joven irlandesa huérfana, viaja a Cornualles (Inglaterra) para vivir con su tía. Ésta y su marido regentan la posada "Jamaica" . Muy pronto, Mary se da cuenta de que ha entrado en una cueva de criminales que se dedican a provocar naufragios con el fin de saquear los barcos. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2014
6 de septiembre de 2014
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra menor de la filmografía del maestro del cine del suspense con la que presenta un relato de piratas más próximo al cine de aventuras y alejado de la temática habitual de su cine, aunque deja pinceladas de su humor y su capacidad para generar suspense, en pequeñas dosis.
En el reparto podemos encontrar a grandes figuras del cine como Charles Laughton, sin duda la estrella principal del relato y a una jovencísima Maureen O'Hara, en su primera película. Charles Laughton llena el relato encarnando a un personaje perverso que se esconde tras la protección de la justicia, logrando robar todo el protagonismo al resto del reparto, ya que, su presencia, carisma y el humor con el que trata el personaje son fabulosos. El aparatoso maquillaje empleado en la caracterización del personaje interpretado por Charles Laughton, con unas cejas muy pobladas y torcidas, resulta excesivo, por momentos extravagante y extraño, aunque ayuda a potenciar el gesto de maldad.
El director logra ofrecer su toque distintivo a la película, dejando espacio para pequeños momentos de suspense y humor. Trata un relato de aventuras con un toque próximo a los relatos de espionaje y dobles identidades, donde nadie es lo que parece ser. Este punto de engaños, traiciones e intereses, hace que se desarrolle un curioso y atractivo juego, lleno de ingenio y plagado de artimañas que hacen que no decaiga el interés por su desarrollo.
El desenlace y cierre del relato se antoja precipitado y poco cuidado, algunas situaciones se resuelven de la forma más simple posible, algo poco habitual en el cine de este director que cuidaba hasta el último detalle. Hitchcock no se mostró nunca satisfecho del trabajo realizado en esta película, venia de arrastrar problemas con su productor y siempre renegó de la misma. Como curiosidad, decir que en esta película Hitchcock no hace uno de sus cameos habituales, algo que ya deja entrever lo insatisfecho que estaba del producto que estaba ofreciendo.
La Posada Jamaica fue una de sus últimas producciones británicas antes de dar el paso a los grandes estudios de Hollywood, donde encadenó numerosos trabajos notables y se ganó el prestigio del público. De esta forma e irónicamente, La Posada Jamaica se convirtió en un pequeño lugar de reposo, para ofrecer, posteriormente, sus mejores trabajos como director, haciendo que ésta pueda ser considerada una obra menor y anecdótica.
En el reparto podemos encontrar a grandes figuras del cine como Charles Laughton, sin duda la estrella principal del relato y a una jovencísima Maureen O'Hara, en su primera película. Charles Laughton llena el relato encarnando a un personaje perverso que se esconde tras la protección de la justicia, logrando robar todo el protagonismo al resto del reparto, ya que, su presencia, carisma y el humor con el que trata el personaje son fabulosos. El aparatoso maquillaje empleado en la caracterización del personaje interpretado por Charles Laughton, con unas cejas muy pobladas y torcidas, resulta excesivo, por momentos extravagante y extraño, aunque ayuda a potenciar el gesto de maldad.
El director logra ofrecer su toque distintivo a la película, dejando espacio para pequeños momentos de suspense y humor. Trata un relato de aventuras con un toque próximo a los relatos de espionaje y dobles identidades, donde nadie es lo que parece ser. Este punto de engaños, traiciones e intereses, hace que se desarrolle un curioso y atractivo juego, lleno de ingenio y plagado de artimañas que hacen que no decaiga el interés por su desarrollo.
El desenlace y cierre del relato se antoja precipitado y poco cuidado, algunas situaciones se resuelven de la forma más simple posible, algo poco habitual en el cine de este director que cuidaba hasta el último detalle. Hitchcock no se mostró nunca satisfecho del trabajo realizado en esta película, venia de arrastrar problemas con su productor y siempre renegó de la misma. Como curiosidad, decir que en esta película Hitchcock no hace uno de sus cameos habituales, algo que ya deja entrever lo insatisfecho que estaba del producto que estaba ofreciendo.
La Posada Jamaica fue una de sus últimas producciones británicas antes de dar el paso a los grandes estudios de Hollywood, donde encadenó numerosos trabajos notables y se ganó el prestigio del público. De esta forma e irónicamente, La Posada Jamaica se convirtió en un pequeño lugar de reposo, para ofrecer, posteriormente, sus mejores trabajos como director, haciendo que ésta pueda ser considerada una obra menor y anecdótica.