Que no nos vendan la moto diciendo que "Un botín de 500.000 dólares" es una película de intriga. Es un divertimento con mucho humor, pero que sólo sirve como entretenimiento si no tienes nada mejor que hacer. Al ver a Clint Eastwood y Geoffrey Lewis juntos por enésima vez durante aquellos años, no pude evitar acordarme de esa peli protagonizada por el orangután Clyde y con la que sí te reías bastante: "La gran pelea". Aquí de vez en cuando esbozas una ligera sonrisa y nada más.
Tampoco Cimino define demasiado bien a los personajes y la trama se hace pesada pese a que Bridges y el bueno de Clint traten de formar un dúo con química.
Lo dicho, nada del otro mundo.