Sentada en la butaca, sin pestañear, asistí a una gran obra de Cine que envolviéndome con su armoniosa fluidez me sumergió en la profundidad del amor, la amistad, la lealtad, la de pravación y la miseria política de unos personajes y una época imperecederos. Entrañable interpretación de los personajes principales, oscar para Darín y un ejemplo de que el séptimo arte lo es sin grandes presupuestos, grandes medios pero si con grandes directores y actores.