Media votos
6.6
Votos
273
Críticas
266
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Daniel:
8
6.0
4,010
Thriller. Drama
Narra el atentado terrorista más letal de la historia de Noruega y los sucesos posteriores. El 22 de julio de 2011, un ultraderechista radical detonó un coche bomba en Oslo y luego disparó a los adolescentes de un campamento de verano en la isla de Utøya. Murieron 77 personas. A través de los ojos de un superviviente, y en paralelo a su recuperación física y emocional, "22 de julio" retrata la trayectoria del país para lograr su ... [+]
11 de mayo de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
La otra película que se hizo también en 2018 sobre este horrible suceso lleva casi el mismo título: "Utoya, 22 de julio", y elude todo, quedando como un ejercicio abstracto de unos chicos a los que persigue alguien con un terrible fusil militar automático. Hasta el asesino queda despersonalizado y ni siquiera se le muestra. Sólo es una siniestra presencia lejana que dispara. Toda aquella otra película está bien hecha pero queda fría, abstracta, como digo.
Para hablar de ésta paso a Spoiler, pero antes diré que Paul Greengrass me parece uno de los pocos directores que emplea bien la técnica de cámara en mano, utilizándola cuando ayuda a la expresividad, y no de manera continua, sistémica y cargante como hacen muchos, que sólo consiguen marear.
Para hablar de ésta paso a Spoiler, pero antes diré que Paul Greengrass me parece uno de los pocos directores que emplea bien la técnica de cámara en mano, utilizándola cuando ayuda a la expresividad, y no de manera continua, sistémica y cargante como hacen muchos, que sólo consiguen marear.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En esta película, de mayor solvencia técnica que la anterior mencionada, sí se sitúa todo en su contexto y detalla los atentados perfectamente filmados y de forma bien medida. Pero su mejor virtud es lo de después, lo que ocupa casi toda la película, el análisis psicológico del asesino, alguien que daría una mezcla de pena y algo de risa, de no ser porque demostró hasta qué punto de peligrosidad puede llegar un ignorante fanatizado.
También está el tema de la voluntad de superación contra la adversidad que simboliza el chico tan gravemente herido, pero, como digo, el acierto principal es el poner el foco sobre el asesino en sí. Efectivamente, hay bastantes por ahí que se creen "caballeros templarios", "iluminados" de varios tipos, y hasta dicen que hay miles, incluso en los países avanzados, que tienen la certeza de que la Tierra es plana.
Otro acierto es mostrar la frialdad de los procesos legales donde este asesino es tratado entre algodones, llamándole de "señor" en todo momento y sin que nadie siquiera le alce la voz ni por un instante. Y porque él mismo, convencido del valor de lo que ha hecho, acaba reivindicando su cordura y la plena responsabilidad consciente de sus actos, si no, da la impresión de que, de haber seguido con lo de "perturbado", quizá hubiera pasado una temporada en una clínica para ser pronto dado de alta. Qué contraste con los tiempos en que a un hambriento, por robar unas manzanas en Londres, lo enviaban años a un penal en Tasmania, y es que parece que las sociedades tienen una gran tendencia a pasar de unos extremos a otros.
Esto ahora es así, pero se echa de menos alguien que, durante el juicio, incluso ganándose la bronca del juez, hubiera intentado herir a este tipo en sus más íntimas convicciones, espetándole algo como que un soldado de verdad no asesina niños indefensos y que eso sólo lo hace el más vil y miserable de los cobardes. Al atacarle en sus más íntimas convicciones fanáticas, quizá eso sí le hubiera herido algo.
También está el tema de la voluntad de superación contra la adversidad que simboliza el chico tan gravemente herido, pero, como digo, el acierto principal es el poner el foco sobre el asesino en sí. Efectivamente, hay bastantes por ahí que se creen "caballeros templarios", "iluminados" de varios tipos, y hasta dicen que hay miles, incluso en los países avanzados, que tienen la certeza de que la Tierra es plana.
Otro acierto es mostrar la frialdad de los procesos legales donde este asesino es tratado entre algodones, llamándole de "señor" en todo momento y sin que nadie siquiera le alce la voz ni por un instante. Y porque él mismo, convencido del valor de lo que ha hecho, acaba reivindicando su cordura y la plena responsabilidad consciente de sus actos, si no, da la impresión de que, de haber seguido con lo de "perturbado", quizá hubiera pasado una temporada en una clínica para ser pronto dado de alta. Qué contraste con los tiempos en que a un hambriento, por robar unas manzanas en Londres, lo enviaban años a un penal en Tasmania, y es que parece que las sociedades tienen una gran tendencia a pasar de unos extremos a otros.
Esto ahora es así, pero se echa de menos alguien que, durante el juicio, incluso ganándose la bronca del juez, hubiera intentado herir a este tipo en sus más íntimas convicciones, espetándole algo como que un soldado de verdad no asesina niños indefensos y que eso sólo lo hace el más vil y miserable de los cobardes. Al atacarle en sus más íntimas convicciones fanáticas, quizá eso sí le hubiera herido algo.