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España España · Madrid
Voto de Daniel:
10
Aventuras. Acción Guerras napoleónicas, año 1805. Bonaparte domina Europa. Inglaterra consigue resistir porque es la primera potencia naval del mundo. Precisamente por eso los mares se convierten en un crucial y estratégico campo de batalla. En el Atlántico, el Surprise, un navío inglés capitaneado por Jack Aubrey (Crowe), es atacado por sorpresa por un buque de guerra francés. A pesar de los graves daños sufridos por la nave, Aubrey decide navegar a ... [+]
25 de septiembre de 2013
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Por la amura de estribor! Las expresiones náuticas siempre han bastado para meterme de lleno en un relato. Esta película es un placer total de principio a fin, no tanto por la anécdota referida a los tiempos napoleónicos, sino por el espléndido cuadro que se ofrece, creíble, de la vida en una fragata de guerra de principios del XIX, y por la creación de un puñado de personajes entre los que destacan el capitán Aubrey "Jack el afortunado", el doctor Maturin y el pequeño guardiamarina Blakeney, para los que no se podían haber elegido actores más adecuados. Magnífico personaje el de ese médico que hace mucho con lo poco que en aquella época se sabía, y que es naturalista y músico. Toda la realización es magnífica. Es la mejor película de ficción con fondo de mar y barcos que jamás se ha hecho, y es una de esas raras veces en que la película es aún mejor que las novelas en que se basa. Las novelas de O'Brien son buenas (he leído, hasta ahora, tres o cuatro), pero esta película, además de respetar los personajes originales, perfectamente, tal y como son, potencia y mejora las partes más interesantes, pule lo exagerado, como, por ejemplo, el exceso de torpeza con que el novelista dota al doctor Maturin, poco creíble en alguien que ya ha navegado tanto, y elimina las partes que son más discursivas o introspectivas, y un poco aburridas, así como las aventuras y temas tangenciales. Aquí no hay un solo plano de más. Brillante, en especial, toda la parte de las Islas Galápagos, donde Maturin hace que la imaginación del espectador vaya hasta el viaje posterior, y esta vez real, del Beagle, donde iba un tal Charles Darwin. Una película para disfrutar, sobre todo por los que nos fascinan los ambientes marinos.
Daniel
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