Siempre había considerado "Manhattan" y "Annie Hall" como las mejores películas de Allen pero, tras ver ésta anoche, tengo que corregirme un poco, y meterla dentro de la trilogía de sus obras maestras. En las tres Allen se retrata, y retrata su mundo, a la perfección, como ningún otro director ha sido capaz de hacer, creo.

La cinta está construida a modo de episodios, con los originales rótulos al comienzo de cada uno de ellos. Uno pensaría que esta forma de narrar, tan literaria, arruinaría la película, haciendo de ella un artefacto, algo poco natural. Nada de eso. No soporto las películas que están viciadas por la literatura o el teatro, que no son capaces de escapar del corsé de esas otras artes. Aquí, Allen utiliza ese señuelo para ofrecernos algo totalmente distinto, en donde la imagen y la palabra (lo "literario") dialogan libremente, sin problemas. La obra es puro cine, desde que empieza hasta que acaba; pero claro, no debemos de olvidar que el cine vino el último, y que recoge de aquí y de allá. Como la novela, el género total.

Nuestro hombre demuestra, aquí mejor que en ninguna otra cinta, que es el mejor director de actrices que ha dado el séptimo arte, con permiso de Almodóvar. Estas tres mujeres del título son personajes perfectamente delineados, construidos con una delicadeza inigualable; cada una tiene su historia, su vida interior, y esto nos lo muestra poco a poco, en cada una de las secuencias en que aparecen. Curiosamente, Hannah (Mia Farrow) es la que menos me convence, siendo que ella es el sostén de las otras dos. No es que Farrow sea mala actriz, pero aquí está un poco seca. En cambio, las otras dos hermanas están espléndidas. Sobre todo Lee (Barbara Hershey), cuya historia de amor con Elliot (Michael Caine) es sencillamente deliciosa. Cada vez que aparece ella, se enciende la pantalla. Es algo único, realmente. La secuencia que ya alguien ha mencionado, del libro de e.e. cummings, el poema que él le recomienda, la lectura de ella en soledad, es tal vez la más hermosa de la historia del cine. Cuando esta historia de amor acaba, es un poco triste todo. Como alguien ha dicho también, esta peli podría durar seis horas, o más, y no se haría larga. ¿Por qué? porque es bella, como la vida misma.

La tercera hermana, Holly (Dianne Wiest), es quizás la más difícil de entender de todas. Uno no sabe bien lo que quiere, hacia dónde va. La actriz hace una interpretación soberbia, y no es extraño pues que le dieran varios premios. Ese momento, de su recuerdo con el personaje de Mickey (Woody Allen) es realmente divertido. Es esta mezcla de drama y comedia, en ella, lo que la hace tan entrañable.

A lo largo de los años, se nos muestra el ir y venir de estos personajes, con la celebración del Día de Acción de Gracias como clímax. Ese momento, en que se reúnen todos, sirve como pivote o centro de gravedad. Otra muestra más de la genialidad de Allen, en un guión que es realmente brillante, de los mejores que ha escrito. Para qué escribir una novela, si puedes escribir un guión así y dirigir lo que resulta, luego, casi una obra maestra.

Y luego está la ciudad, Nueva York, protagonista igualmente de la historia. La cinematografía del gran Carlo Di Palma muestra la Gran Manzana en todo su esplendor, con su realismo de ciudad cosmopolita y bohemia. Vamos a ver: es la ciudad de Allen, la de las librerías de segunda mano, los clubes de jazz, Central Park, los viejos edificios "arty" o las casas pintorescas de repente. Nada que ver con el NY de Scorsese, por ejemplo. Es la capital del mundo, retratada por un judío, para gente de todo el mundo, con inquietudes.

Si no eres algo bohemio, hippy, medio escritor, artista, lector empedernido o melómano, esta peli no te gustará, no sabrás apreciarla. Es un trozo de vidas ricas, complejas, artísticas. Personajes neuróticos, todos, empezando por el Mickey que encarna Allen. Mickey, qué gracia, cómo se ríe uno con sus divagues, sus reflexiones sobre la religión y demás asuntos "filosóficos". Ese es el Allen que uno echa de menos, en su etapa posterior. Hasta el personaje de Frederick, marido de Lee (Max von Sydow) es envidiable, con toda esa biblioteca, en ese loft tan bohemio...., por no hablar de los discos. ¿Qué pasaba en "Antes de amanecer" de Linklater, cuando al final oyen esa música de Bach? Que parece que se detuviera el tiempo. Pues aquí también.