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Voto de Lukas:
7
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7
5.8
86,556
Acción. Drama. Romance
La Marina de los Estados Unidos ha creado una escuela de élite para pilotos con el fin de sacar una promoción de expertos en técnicas de combate. En la academia, más conocida como Top Gun, a los mejores se les entrena para ser intrépidos y fríos al mismo tiempo, capaces de no perder los nervios en situaciones extremas y de no inmutarse al romper la barrera del sonido a los mandos de un F-14. A la escuela llega el joven Maverick, famoso ... [+]
11 de diciembre de 2024
11 de diciembre de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta cinta cuando se estrenó, allá por 1986, yo tenía 14 años, y era en los América Multicines de Málaga, por aquel entonces bastante nuevos, era donde se veía el mejor cine de estreno. Un adolescente, una sala oscura, y hala, un peliculón de cuidado. Esos vuelos de los cazas, esa historia de amor apasionado, esa juventud… Pasé dos horas maravillosas, solo en la sala oscura, y salí transfigurado, como quien dice. Es que entonces, cualquier cosa que se saliera un poco de la vulgaridad cotidiana, era celebrada por mí, y esta peli me dejó para el arrastre, en el mejor sentido. O mejor dicho, me dejó flotando, en ese aire maravilloso de California…
Ha pasado el tiempo, 38 años, nada menos. Y ahora la ponían en el canal Clásicos, de Movistar +. Están poniendo pelis clásicas de los años 80, y ésta es sin duda una de ellas. Así que decidí verla, a ver qué tal la había tratado el paso del tiempo, en mi cabeza. Pensaba que iba a ser una decepción, pero no. Todo lo contrario. Me encantó, me ha emocionado, me ha parecido maravillosa. Y la he podido ver en versión original con subtítulos, no con ese doblaje tonto con el que he visto buena parte de las pelis en pantalla grande. Algo bueno tienen los tiempos actuales, en que se puede elegir cómo ver una peli, sea buena o mala. Me sorprendió ver lo buena que sigue siendo, ya no sólo por las acrobacias aéreas, los paseos en moto, la camaradería patriótica, sino… por esa historia de amor, que es lo más importante en la historia.
Porque, vamos a ver. Hay gente que ha entendido esta película, y gente que la despacha, o la desprecia, sin profundizar mucho en ella. No hay mucha profundidad, dirá la mayoría. Bah, es una peli de entretenimiento, una peli para quinceañeras de entonces, tanto tío bueno, y también para machos muy machos que querían luego ser pilotos de combate, y también, de refilón, para gays… Y hay gente que la ha entendido, y pensará como yo: que es un peliculón, cine comercial del mejor. Tom Cruise se consagró aquí como uno de los mejores actores, y luego ha demostrado que es el mejor actor de su generación. Él está en cada plano, en cada secuencia, y la cinta no sería lo mismo, sin su brillante y arrebatadora presencia. Pero casi lo mismo hay que decir de su partenaire, la guapísima y sensible Kelly McGillis, que luego no hizo carrera, pero que aquí está deslumbrante. Y la historia de amor entre ellos, el alumno y la instructora, funciona a las mil maravillas. Cada secuencia entre ellos, es una delicia, aparte la música de fondo, que viene a anunciar su amor. El romanticismo, en su mejor expresión ochentera. Y es una historia creíble, qué joder. Y nos llega al corazón.
Hay dos mundos, y están muy cerca el uno del otro. Por un lado, está el mundo del día a día, que sufrimos aquí abajo. La realidad, pura y dura, hecha de trastornos, desvelos, miserias y dramas, y algún que otro momento de relax, alguna alegría pasajera. Y por el otro, está el mundo de las películas, como ésta, en donde hay puestas de sol maravillosas, motos que cabalgan el asfalto, gente muy bronceada y sin una pizca de grasa, y todos son guapos y valientes, y todos exhiben un carisma especial. El mundo americano, o el mundo, a secas. Y esta es la realidad en la que quiero vivir, y es aquí, en este mundo ensoñado, irreal, en donde existe el amor. Y cuando lo ves, en pantalla grande, o pequeña, te emocionas, porque te dices: sí, sí, sí, y siete veces sí. La amistad entre Pete Mitchell, alias Maverick, y Goose, es maravillosa. Las secuencias en las que aparecen ambos, te demuestran que la amistad, con mayúsculas, es posible. En el mundo 2, claro. En el mundo 1, el nuestro, la amistad es una puta mierda, todo falso. El amor, en este mundo californiano, soleado y puro, es posible, irradia, llena los corazones. Los besos son intensos, el sexo es bueno, y todo es perfecto. En nuestro mundo oscuro y gris, el amor no existe, es una falsedad como la pureza y la castidad, como que hay pecado y bondad… En nuestro mundo, el amor no es, sencillamente. Y nosotros vivimos una vida simple y estúpida, hasta que desaparecemos. No hay intensidad, ni valor, ni nada.
Pero para eso tenemos el cine, y películas como ésta.
Ha pasado el tiempo, 38 años, nada menos. Y ahora la ponían en el canal Clásicos, de Movistar +. Están poniendo pelis clásicas de los años 80, y ésta es sin duda una de ellas. Así que decidí verla, a ver qué tal la había tratado el paso del tiempo, en mi cabeza. Pensaba que iba a ser una decepción, pero no. Todo lo contrario. Me encantó, me ha emocionado, me ha parecido maravillosa. Y la he podido ver en versión original con subtítulos, no con ese doblaje tonto con el que he visto buena parte de las pelis en pantalla grande. Algo bueno tienen los tiempos actuales, en que se puede elegir cómo ver una peli, sea buena o mala. Me sorprendió ver lo buena que sigue siendo, ya no sólo por las acrobacias aéreas, los paseos en moto, la camaradería patriótica, sino… por esa historia de amor, que es lo más importante en la historia.
Porque, vamos a ver. Hay gente que ha entendido esta película, y gente que la despacha, o la desprecia, sin profundizar mucho en ella. No hay mucha profundidad, dirá la mayoría. Bah, es una peli de entretenimiento, una peli para quinceañeras de entonces, tanto tío bueno, y también para machos muy machos que querían luego ser pilotos de combate, y también, de refilón, para gays… Y hay gente que la ha entendido, y pensará como yo: que es un peliculón, cine comercial del mejor. Tom Cruise se consagró aquí como uno de los mejores actores, y luego ha demostrado que es el mejor actor de su generación. Él está en cada plano, en cada secuencia, y la cinta no sería lo mismo, sin su brillante y arrebatadora presencia. Pero casi lo mismo hay que decir de su partenaire, la guapísima y sensible Kelly McGillis, que luego no hizo carrera, pero que aquí está deslumbrante. Y la historia de amor entre ellos, el alumno y la instructora, funciona a las mil maravillas. Cada secuencia entre ellos, es una delicia, aparte la música de fondo, que viene a anunciar su amor. El romanticismo, en su mejor expresión ochentera. Y es una historia creíble, qué joder. Y nos llega al corazón.
Hay dos mundos, y están muy cerca el uno del otro. Por un lado, está el mundo del día a día, que sufrimos aquí abajo. La realidad, pura y dura, hecha de trastornos, desvelos, miserias y dramas, y algún que otro momento de relax, alguna alegría pasajera. Y por el otro, está el mundo de las películas, como ésta, en donde hay puestas de sol maravillosas, motos que cabalgan el asfalto, gente muy bronceada y sin una pizca de grasa, y todos son guapos y valientes, y todos exhiben un carisma especial. El mundo americano, o el mundo, a secas. Y esta es la realidad en la que quiero vivir, y es aquí, en este mundo ensoñado, irreal, en donde existe el amor. Y cuando lo ves, en pantalla grande, o pequeña, te emocionas, porque te dices: sí, sí, sí, y siete veces sí. La amistad entre Pete Mitchell, alias Maverick, y Goose, es maravillosa. Las secuencias en las que aparecen ambos, te demuestran que la amistad, con mayúsculas, es posible. En el mundo 2, claro. En el mundo 1, el nuestro, la amistad es una puta mierda, todo falso. El amor, en este mundo californiano, soleado y puro, es posible, irradia, llena los corazones. Los besos son intensos, el sexo es bueno, y todo es perfecto. En nuestro mundo oscuro y gris, el amor no existe, es una falsedad como la pureza y la castidad, como que hay pecado y bondad… En nuestro mundo, el amor no es, sencillamente. Y nosotros vivimos una vida simple y estúpida, hasta que desaparecemos. No hay intensidad, ni valor, ni nada.
Pero para eso tenemos el cine, y películas como ésta.